lunes, 7 de abril de 2025

Reflexiones entre patateras

Fotografía: José Ángel Hernández 



Lo malo de los diversos chats, entre otras cosas, es que resulta más arduo saber en qué tono nos expresamos que intuir la vida del subsuelo a partir de lo que se muestra a la luz. 

Hay que adivinar los sentimientos y emociones que subyacen, la ironía... Nada como el gesto, la voz, la expresión corporal y el contexto de la comunicación. Millones de emoticonos no logran sustituir una mirada.

Nos están reduciendo a apéndices de las máquinas. Cuando queramos diferenciarnos de ellas, el cerebro se nos habrá vuelto estrictamente dicotómico y seremos un remedo de on/of, punto/raya, blanco/negro, absoluta ausencia de matices.

Al tiempo.