Gracias, José Antonio. Tu casa, tus amigos, tu compañera, en los prolegómenos de tu investidura como doctor honoris causa, ya tan débil y con el ánimo sereno... Recuerdos imborrables.
Tu (nuestra) Albada, con Carmen París y Hevia.
El exilio a que abocan a la juventud ya no es sólo de Aragón o Andalucía hacia Cataluña, de Castilla y León hacia el País Vasco. Hoy es, también, del Priorato, de los barrios humildes de cualquier comunidad, hacia otros países... Y, sobre todo, por las condiciones laborales de ignominia, nuestros jóvenes -la generación mejor preparada de la historia-, se ven intentando no ser exiliados de sí mismos. Gracias a quienes gestionan sin principios.
Gracias, José Antonio. Tu casa, tus amigos, tu compañera, en los prolegómenos de tu investidura como doctor honoris causa, ya tan débil y con el ánimo sereno... Recuerdos imborrables.
ResponderEliminarTu (nuestra) Albada, con Carmen París y Hevia.
El exilio a que abocan a la juventud ya no es sólo de Aragón o Andalucía hacia Cataluña, de Castilla y León hacia el País Vasco. Hoy es, también, del Priorato, de los barrios humildes de cualquier comunidad, hacia otros países... Y, sobre todo, por las condiciones laborales de ignominia, nuestros jóvenes -la generación mejor preparada de la historia-, se ven intentando no ser exiliados de sí mismos. Gracias a quienes gestionan sin principios.