viernes, 4 de julio de 2025

Dejar adelante lo inhumano


Fotografía: Juan Antonio Hernández 

El ser humano nace de la colaboración, no de la salvaje competencia. Lenguaje y cultura son frutos del cuidado y de la ayuda mutua. No del dejar atrás a los que ya no pueden seguir el ritmo, sino de proteger su experiencia como el valor más preciado del grupo. Abandonar adelante a los temerarios fue, probablemente, nuestra selección como especie privilegiada. Nuestra supervivencia no se afirmó en la fuerza, sino en las conexiones de un cerebro que fue evolucionando. Poco a poco nuestra descendencia se volvió menos autónoma, más dependiente en sus primeros años, para preservar el salto de la materia gris hacia la simbolización.

La regresión no resulta plausible para un futuro humano. Seguir abandonando adelante a los violentos, a los inhumanos, preservará nuestra condición. Pues ese adelante responde a lo más arcaico, feroz e inadaptado al cambio de esta especie potencialmente humana y racional. Ese presunto adelante significa involución permanente sin sentido. ¿Hasta cuándo el imperio de la fuerza bruta?



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