Ignoro si sirvieron mis imprecaciones. Sólo sé que, cansado,
hoy traigo una luciérnaga a este huerto que libro a duras penas de la grama. Ignoro
si sirvieron mis imágenes. Sólo sé que
en la escucha nos damos como en ningún poema. Ignoro si sirvieron mis caricias.
Sólo sé que estos acordes vienen de arrancar maleza, de lavar heridas, de
preservar los astros.
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