domingo, 26 de octubre de 2025

Modernidad gaseosa

Fotografía: José Ángel Hernández 



El primer libro de Bauman que leí me sorprendió. Para interpretar la realidad hacía falta dejar de concebirla como un mecanismo. La imagen que evocaba la dinámica de fluidos permitía aproximarse mejor al funcionamiento de las cosas. Hoy quizá habría que hablar ya de "modernidad gaseosa".

Dejé de leer al buen Zygmunt a medida que fueron apareciendo títulos líquidos.

De Byung-Chul Han me sorprendió su agudeza para identificar aspectos de nuestra vida sobre los que urge reflexionar. Fui perdiendo interés cuando comprobé que su obra consistía en una fórmula. Abordaba cada cuestión con la ayuda de los autores que ya la habian tratado. No niego la necesidad de autores como Han, Onfray, etc.,  su función en estos tiempos. Simplemente prefiero leer directamente, no a través de citas, a Heidegger, Arendt o Weill. Que no me lo cuenten.




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