Bastaría con tirar del hilo transparente.
Pero estamos demasiado ocupados
en no recordar.
Cada cual construyendo su nada
con el barro de un pequeño olvido:
Todos
somos otros.
Ucronía e hilván. El Bardo, Sant Cugat del Vallès, 2009
El teixit del temps
José Ángel Hernández Sánchez (Lumbrales, Salamanca, 1964) va obtenir un guardó dos anys consecutius al Premi Santa Perpètua de la Mogoda de Poesia i Contes, el 1996 un accèssit i el 1997 el segon premi. L’any 1997 va aconseguir també un accèssit al Premio de Poesía José María Valverde. Alguns anys després d’haver publicat les obres guanyadores d’aquests certàmens, De las crines de fuego. Con los ojos cerrados (1996) i Esperando la nieve fundida (1997), va editar a Tarragona el que es pot considerar el seu primer gran poemari, Inercia de arena (1999). En aquest llibre ja s’hi contenen les qualitats essencials d’una poesia a la vegada adusta i riquíssima en sonoritats i en ritme, plena en continguts, en significacions i, a la vegada, intensament preocupada per la depuració formal.
Deu anys després de la publicació d’aquell primer llibre de poemes, apareix a la barcelonina col·lecció El Bardo Ucronía e hilván (2009), llibre que, en sentit estricte, en conté dos. El primer, Ucronía, s’obre precedit per un lema, un vers del poeta romanès Paul Celan: andadora del mar crepita la palabra. Caldrà avisar l’atent lector sobre el significat de la paraula ‘ucronia’, que, elaborada a partir de dos vocables grecs, ‘ou’ (‘no’) i ‘cronos’ (‘temps’), persegueix un parentiu amb ‘utopia’, la designació del filòsof Thomas Moro. Si ‘utopia’ és el no lloc, el lloc del que és irrealitzable, del que és impossible, ‘ucronia’ significa etimològicament el temps que no existeix. En l’àmbit estrictament literari, ‘ucronia’ és un subgènere dins de la ciència-ficció o, si més no, de la història-ficció: S’elabora una trama a partir d’un punt en el passat en què un esdeveniment va succeir de manera diferent a com va ocórrer en realitat. Es tracta de fer una especulació històrica: S’elabora una ficció a partir, per exemple, del supòsit que la nostra guerra civil la van guanyar els que la van perdre. Els elements indicats (no l’exemple, evidentment) haurà de tenir-los en compte el lector per navegar cap a l’Ucronía que proposa José Ángel Hernández Sánchez i que avança en tres parts amb títols musicals, “Armónicos”, “Disonantes”, “Pentatónica”.
Sabernos / materia contra el tiempo pot llegir-se a un dels poemes d’Ucronía, i potser és aquest el centre essencial dels versos que avancen perseguint la memòria, creant paisatges, escenes, moments en què temps, imaginació i desitjos s’ajunten per dissoldre allò que a l’home enfonsa i fereix: Cambiar pequeñas cosas / para que nada siga igual.
El segon llibre porta per títol Hilván de humo. Està precedit per un vers d’Antonio Gamoneda: Las preguntas no existen en el idioma de la ocultación: Todo está dirimido. Quatre parts, “Falsos”, “Retales”, “Ojales”, “Jirones”, conformen un poemari en què la complexitat verbal no allunyarà el lector d’allò que el poeta desitja anomenar com a centre absolut de la seva obra: La paraula com a element inaugural i principal, únic capaç de donar llum i d’ocultar, d’atorgar la veritat i de prodigar la mentida: Así como el fuego logra parar el fuego, / la palabra / —aún futuro— / puede acabar con la palabra. / De su hilo de humo / pendemos. El poeta, així, expressa la seva absoluta fe en la paraula poètica: Precisamos / la hebra del verso / que hilvane la vida. En definitiva, Hilván de humo arriba a ser la completa poètica amb la qual José Ángel Hernández desitja mostrar-se.
Ucronía e hilván, a la vegada síntesi i recerca, a la vegada compendi i troballa, serà per al lector la mostra d’una poesia que, partint d’una elaborada construcció formal, musicalitat i imatges, suma d’ecos i cadències, exuberància verbal, ofereix una reflexió sobre l’ésser humà, el seu temps, el seu fat. I proclama que, per damunt de tot, la paraula és i continuarà essent l’eina necessària que l’home posseeix per enfrontar-se al seu destí.
JUAN GONZÁLEZ SOTO, 25 de setembre
Foto: El pequeño teatro de los libros -Zaragoza-
Este es un libro esencial que habla del devenir, de “la utopía en el tiempo” como señaló Charles Bernard Renouvier, que se instala en la pregunta eterna ¿qué pasaría o qué hubiese pasado si…?
Una pregunta necesaria: obligación de todo individuo es preguntarse por la verdad de su tiempo para acercarse a las propias verdades, preguntarse también qué hubiera pasado si el mundo no fuera en esencia como creemos que es, si en algunas ocasiones la moneda hubiera caído del otro lado. Y es un libro que también habla de la errancia, de ese caminar sin fin por la vida, pero no por la vida misma, sino por la imagen que tenemos de ella.
La narración del tiempo y de la realidad es una reinterpretación humana y por ello susceptible de ser errónea, idealizada o banal. De eso habla la segunda parte del libro, de un hilo argumental en el que los ojos no ven (ceguera por desconocimiento, por exceso de luz, por falta de perspectiva) y no pueden hacerlo pues carecen de la capacidad necesaria para ello (o deben no ver demasiado para poder sobrevivir): “Cuando los ojos necesitan/ no ver./ Cuando huye el corazón”.
Ucronía e hilván de José Ángel Hernández es una reconstrucción de los hechos y de las esencias, un sendero para entender la existencia a través de la belleza y de lo terrible de la propia vida: una ventana que en apariencia permite la entrada de la luz pero que es la entrada a un vagón de emigrantes. Se plantea lo que el individuo conoce y que reflexiona sobre lo que no conoce. Duro trabajo este, de entender la vida sin todos los datos.
IGNACIO ESCUÍN BORAO
Heraldo de Aragón. Artes & Letras. 15 de abril de 2010
Magda Guillén recitando poemas de Ucronía e hilván.
Presentación en Tarragona. Foto: Juan Antonio Hernández
A José Ángel
La paciencia es una virtud considerable que, apenas sirve de nada, si no va unida a una confianza en las capacidades de cada autor en su actividad literaria. Dadas las circunstancias del mundo actual, las posibilidades del éxito o del fracaso de una obra son consecuencia, en general, de factores ajenos a la propia obra y a los méritos del autor. El hecho de publicar poesía, más difícil de lo que parece, es motivo de satisfacción, para los amigos y entusiastas; pero más lo es cuando el lector se encuentra con una obra calibrada por el más severo ejercicio crítico y atemperada por el devenir de los acontecimientos.
Ucronía e hilván de José Ángel Hernández es un libro serio y refinado, colorido y sin edulcorar, reposado y repuesto contra sombras y turbulencias. Es un libro que señala el umbral, que apenas da respiro, aunque no produzca desasosiego, como aquellos textos crepusculares del portugués Pessoa.
Es un libro que desde el centro de la vida, no desde el corazón, desde la turbina que agita el dolor, se va acrecentando y extendiéndose, radial pero sin pausa, hacia los extremos, hacia el límite de la experiencia humana, que no es otro que el de la palabra.
Conocer el universo es la gran y ardua tarea, imposible si no existiere la humildad de confrontarse a sí mismo y tratar de conformar la propia extensión de cada cual, más allá de los signos vacíos, de los guiños diarios al tiempo, gran escultor, y mayor maquillador de conciencias y actitudes. “Nombrar la idea / es disponer de un símbolo/ y sus sombras/ protegen las reglas que lo engendran”.
Porque nos justificamos a todas horas, porque muchas veces ni siquiera sabemos por qué nos justificamos ni por qué actuamos como lo hacemos, sabiendo que la elección entre dos males siempre es otro mal, que no hay mal menor, como no hay palabras menores. Porque la poesía es respiración y caminar, un palpar en la oquedad que va dejando el transcurso del tiempo. La poesía es un vagar y un divagar y un no poder ir más allá de lo que conforma la propia expresión poética, un clima donde vivir y unos sonidos en los que guarecerse en días de tormenta.
FELIPE JUARISTI
No se olvida. Obridago, amigos.
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