El agua que fluye
no teme a la luz.
El agua de la lluvia en el aljibe
precisa oscuridad.
No os detengáis.
La roca se erosiona.
Las montañas son atravesadas
si aprendéis a filtraros.
El Francolí, allá donde naciera,
y aún siendo niño
tuvo que abrirse paso
construyendo el abrigo de las cuevas.
No os detengáis.
Cuando todos los pasos
parezcan cerrarse,
abriréis caminos nunca imaginados.
Así preservaréis
transparencia y destellos.
No os detengáis.
18 de junio de 2017
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