Cada año la tierra está más viva.
Ha habido que estudiar
y arrodillarse para acariciarla.
Con la ayuda de los hijos sonríe el día,
como agradece la tierra nuestras manos.
Fotografía: José Ángel Hernández |
Cada año la tierra está más viva.
Ha habido que estudiar
y arrodillarse para acariciarla.
Con la ayuda de los hijos sonríe el día,
como agradece la tierra nuestras manos.
Fotografía: José Ángel Hernández |
Fotografía: José Ángel Hernández |
Si haguessis nascut
en una altra terra,
podries ser blanc,
podries ser negre...
Un altre país
fóra casa teva,
i diries "sí"
en una altra llengua.
T'hauries criat
d'una altra manera.
Més bona, potser.
Potser més dolenta.
Tindries més sort
o potser més pega...
Tindries amics
i jocs d'altra mena;
duries vestits
de sac o de seda,
sabates de pell
o tosca espardenya,
o aniries nu
perdut per la selva.
Podries llegir
contes i poemes,
o no tenir llibres
ni saber de lletra.
Podries menjar
coses llamineres
o només crostons
secs de pa negre.
Podries... podries...
Per tot això pensa
que importa tenir
les mans ben obertes
i ajudar qui ve
fugint de la guerra
fugint del dolor
i de la pobresa.
Si tu fossis nat
a la seva terra
la tristesa d'ell
podria ser teva.
Joana Raspall
No es cuestión de opiniones, ni de credos. Es el rigor científico y sus argumentos. Si no los escuchamos, actuaremos como ignorantes. Si no los queremos escuchar, como cínicos egoístas insensatos.
"No hay felicidad posible en un entorno de sufrimiento. Tenemos que usar la razón y la ciencia para convencer a todos de que el sufrimiento humano y la enorme catástrofe ambiental que causa el cambio climático no traen progreso ni felicidad. Y la ciencia es el único punto que debemos tener en común para entendernos."
Si reírse de uno mismo es sano,
viviré muchos años.
Fotografía: Roberto Hernández |
Querid@s contertuli@s:
Gracias por vuestras intervenciones, honestas y enriquecedoras, como siempre.
Lo pasé especialmente bien, porque funcionó la propuesta de agilizar y dar más tiempo a la participación, como un tributo al espíritu del pequeño gran libro que nos ocupaba.
Las diversas perspectivas y opiniones se complementaron. Cada cual lee un libro diferente, incluso cuando lo relee en momentos diferentes de su vida.
Hay una apreciación que no supe matizar. Cuando María Zambrano escribe Persona y democracia, en el mismo título ya establece lo esencial de la propuesta que intentará hilvanar. Como la historia nos ha enseñado, sin libertad, difícilmente puede desarrollarse globalmente la persona. Y sin respetar y atender a todos y cada uno de los seres humanos, difícilmente puede desarrollarse una democracia que merezca llamarse así. Al contrario que en las tendencias dicotómicas al uso (centrarse en el interior de cada uno o centrarse en el entorno), María, como en tantos aspectos, rompe fronteras. Humanizar la historia y el crecimiento de las personas son un mismo proceso dialéctico interminable. No dos procesos que puedan separarse, y menos aún contraponerse.
Muchas gracias a todos.
Un abrazo fraternal.
Quid leges sine moribus
vanae proficiunt?
¿De qué sirven las leyes
sin moral?
Fotografía: José Ángel Hernández |
Fotografía: José Ángel Hernández |
Permitidme que insista: sois entrañables. Disculpad mi intermitente gestión de un cúmulo de emociones. Siempre se espera algo, por justa correspondencia entre compañeros, pero las muestras de cariño que recibí me superaron. Muchísimas gracias, de corazón. He sido muy afortunado. Vuestras sonrisas cotidianas y las miradas de los niños han colmado mis días en la escuela. Dejo la "Escola Sant Sebastià" con una esperanza bien fundada. Creo que una escuela no es sólo una institución, no es un organigrama, ni un edificio, ni todos los laberintos burocráticos que fagocitan el sagrado tiempo. Es el factor humano. Y nuestra escuela cuenta con personas dedicadas, sensibles, entusiasmadas por lo que es, en esencia, la educación. Si me permitís una sugerencia, preservad el afecto humano que nos ampara frente a las adversidades. Preservad vuestro ser también en la escuela; sólo la diversidad de miradas aporta algo nuevo; sólo siendo nosotros mismos podemos enriquecernos, crecer y aportar a los demás. De otra forma la escuela sería un erial uniformizador, una máquina compleja y eficiente para triturar anhelos.
Me voy con esperanza porque he tenido la suerte de conoceros.
Mil gracias por todo.
Mil gracias también a l@s amig@s y compañer@s de Bonavista, una piña de afectos siempre presente, con quienes discrepar era un lujo porque, a la hora de la verdad, cuando había que sacar la cara por una compañera, por los niños y por la escuela de todos, se hacía por unanimidad, sin fisuras.
Mil gracias a las familias, una vez más. Y mil gracias, especialmente, a mis alumnos, que se empeñan en restituir la esperanza, sin saberlo.
Ha sido un verdadero privilegio.
Un abrazo muy fuerte.