Caminar sin adónde
por el solo afán desnudo
hacia las trenzas
de un tiempo pelirrojo...
y el anochecer espera
con una cerilla entre los labios
a punto de gemir
por última vez
y trata de evitar
el devenir de los surcos
por donde corre la nada.
En mis ondas mentales
se abre el surco del Mar Rojo...
Foto de niños paseando
el hambre por Somalia.
Aienatze-marra. Línea de fugacidad. Centro de Lingüística Aplicada Atenea, Madrid, 2009
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