CUANDO BAJES UN POCO MÁS
He regresado al tigre, Miguel Hernández
Un peldaño más abajo
no importa que los árboles
lleven savia; viejas cuentas
con mudez de ortigas abren
hipótesis donde el asco
ya está domado y donde,
de súbito, es tantísima
la madera que el invierno
traga…
No mucho más abajo,
donde el frío calcifica
sábados y tuberías,
el animal que aún canta
orina pus de facundia
llamando a tu aguante paz
o calma a tu deserción.
Pero sabes, bien lo sabes,
que llegado el caso, dejas
de balar.
Hueles, no puedes hacer
que no, retirarse el reino
de la espiga, a favor
del pánico. También aquí,
sin frente de guerra ni pie
de vertedero, lo sabes,
ya todo es tigre, marfil,
cuajo.
OBEDÉZCASE, PERO NO SE CUMPLA
¿Callaron como si fuera pan
lo que en la boca había?
¿Rieron como si fuera vino
lo que tragaban?
¿A qué pan llamaron pan
y a qué vino llamaron vino?
¿Y si dejara de esperar?
¿Si hoy mismo tomara en serio
que no me das ningún pasado
al que yo quiera volver?
¿Y si al fin, tierra de labor,
te me escaparas
de la memoria como a Teseo Ariadna,
como una ruina incomprendida
nunca descubierta o jamás amada?
Gracias, Mª Ángeles.
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