II
No, no sueño. Vigor
De creación concluye
Su paraíso aquí:
Penumbra de costumbre.
Y este ser implacable
Que se me impone ahora
De nuevo —vaguedad
Resolviéndose en forma
De variación de almohada,
En blancura de lienzo,
En mano sobre embozo,
En el tendido cuerpo
Que aun recuerda los astros
Y gravita bien— este
Ser, avasallador
Universal, mantiene
También su plenitud
En lo desconocido:
Un más allá de veras
Misterioso, realísimo.
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