sábado, 13 de octubre de 2012
Entré por la ventana
de un vagón de emigrantes.
A través de mi rostro,
los campos, las ciudades.
Los ojos, tan abiertos,
si los aúpas, madre,
¿por qué huyendo veloces
no anhelan apearse?
Atravieso mi rostro
para no despertarte,
con los ojos cansados
de apaciguar el aire.
Saldré por la ventana
de tu rostro, emigrante
por tus ojos -memoria
sobrevolando sangre.
Ucronía e hilván. El Bardo Colección de Poesía. Sant Cugat del Vallès (Barcelona), 2009
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