Como la niebla de los mares amanece,
los inciertos niveles
avanzan lentamente con el viento gris
de tiempos oscilantes.
No sé si son humanas las miradas
en el sollozo inmenso de las aguas.
Lo triste,
de todo lo más triste
son las canciones oídas al final.
Los árboles murieron como flores.
(Escucho:
todos hablan de guerra, de unos muros
inútiles.)
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