Si ser es darse,
fuiste,
por encima de todo,
entrega.
Tu humilde casa siempre estuvo abierta.
Tus manos no miraban quién era el que necesitaba su consuelo.
Si ser es darse,
vivirás por siempre.
Lienzo de Isue Hernández Valdivia
Si ser es darse,
fuiste,
por encima de todo,
entrega.
Tu humilde casa siempre estuvo abierta.
Tus manos no miraban quién era el que necesitaba su consuelo.
Si ser es darse,
vivirás por siempre.
Fotografías: José Ángel Hernández |
Una algarabía me detiene.
Música de la primavera.
Querido hijo, me ha costado media vida comprender que todas las ideologías son mistificadoras, todas pueden acabar en fanatismos de cualquier color, todas pueden justificar la barbarie. Durante la otra media vida vengo buscando construir la alegría, en lo que esté a mi alcance. Para ello, los sentimientos humanos, como la empatía y el afecto, son imprescindibles, mientras que otros anidan en el malestar propio y ajeno. Optemos por la vida, por la alegría. Es más inteligente. Quien no quiera o no pueda, bastante desgracia tiene. Muchos besos.
Fotografía: Roberto Hernández |
Vino de las Arribes (Corporario),
pan de Lumbrales,
(de tres días, asentado),
queso de Hinojosa,
leche de ganaderos de Zamora.
Y poco más
para embestir el trébol blanco,
para encarar la nieve.
Una pizca de afecto,
la brisa de los prados,
la palabra de gentes de granito,
amigos que se alegran del regreso.
Y poco más
para embestir el trébol blanco,
para encarar la nieve.
Porque lo que se ama
por encima de todo
no se nombra.
Fotografía: José Ángel Hernández |