¿Escuchar música en el móvil?
Recuerdo cuánto valorábamos los equipos Hi-fi. Entonces escuchábamos con atención. Sabíamos en qué grabaciones y en qué momentos se percibía claramente el estéreo, intuíamos la importancia de cuanto aquel mítico ingeniero de sonido había aportado a los grandes grupos de la época...
"Alta fidelidad" al sonido original. Alta fidelidad a los matices. Alta fidelidad a la música. Alta fidelidad a nosotros mismos, porque la música nos acompaña siempre. Porque "sin música, la vida sería un error". Porque es lo último que olvida nuestro cerebro. Porque constituye, en sus diversas formas, la argamasa que afirma el sustento emocional de nuestra memoria, de nuestro ser. A cambio, ¿qué le damos? Es decir: ¿qué nos damos? ¿Cuidamos nuestra música?
Tenía doce años cuando una entrañable profesora nos llevó a un concierto de piano en un edificio histórico de Valencia. No olvidaré aquellas sensaciones. Desde entonces sé que la música nos llega de manera especial cuando la escuchamos (la vivimos) directamente.
Recuerdo un concierto de Rainbow en el viejo frontón Uranzu. No sé si podría reunir peores condiciones acústicas, pero fue el primer concierto al que acudía solo. Y allí estaba Ritchie Blackmore. Por el camino de vuelta a casa, un indeseable me puso la navaja en el cuello. Salí de la situación como pude.
Los medios de reproducción intentan facilitar el consumo de grabaciones más o menos logradas de un momento. La música, preferiblemente, es para ser vivida, antes que consumida. "A falta de pan", las reproducciones pueden ser, a su vez, experiencia. Pero no olvidemos que los niños prefieren aquellas canciones que han cantado con el simple acompañamiento de una guitarra. Nunca piden una versión audiovisual, por perfecta que sea en su producción y reproducción, si pueden cantarla ellos, con todas las limitaciones que un profesional no aceptaría.
¿Por qué nos emocionaban en la niñez los romances y las canciones de nuestros mayores?
Tiempo después, ¿por qué acudíamos a los "Unplaggued"?
Cuidemos nuestras vivencias. Cuidemos nuestra música, la música, en tanto que parte fundamental, junto con las lecturas, del cuidado del yo.
Pantalla se escribe con p de pose.
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