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Fotografía: José Ángel Hernández |
Me pregunto si el colapso no ha comenzado ya. De ahí que padezcamos directa o indirectamente las "soluciones" de siempre (guerras, ascenso de tendencias autoritarias en las democracias...), así como lacras previstas ya en los años setenta causadas por la acción humana sobre el planeta (cambio climático, pandemias...).
Angustia la perspectiva de un colapso. Pero no va a ser, o no está siendo diferente porque escondamos la cabeza. Al contrario: ser conscientes, siempre que lo asumamos con prudencia y serenidad, puede evitar que quedemos atrapados en los decorados virtuales de esas burbujas que estallan cada vez con más frecuencia. Quizá, conociendo su origen, no comulguemos con las ruedas de molino de las mentiras y los bulos de aquellos que las provocan. Quizá procuremos no endeudarnos más. Quizá busquemos vínculos de ayuda mutua.
Quizá comencemos a vivir más, sin la esclavitud del consumismo y de la creación de falsas necesidades.
Será difícil. Cualquier cambio verdadero lo es. Pero será menos traumático si no esperamos a que la realidad nos lo imponga sin estar preparados.
De los análisis de los científicos, (de aquellos que no cobran por mantener el engaño de que no hay límites), se desprenden líneas de actuación. Cada uno verá de qué manera puede o está en condiciones de tenerlas en cuenta con los niveles de coherencia de que sea capaz.
Desde luego no contemplo en absoluto la opción de repetir errores del pasado, seguir paradigmas fallidos o utilizar medios que hacen el juego y acaban reproduciendo las mismas estructuras.
En primer lugar, intento comprender, compartir y construir conocimiento colectivamente.
En segundo lugar, abogo por la acción pacífica indirecta (no reactiva, sino que actúe sobre las causas). Siempre se dice que es más lento el proceso. Por supuesto: es más lento porque se intenta construir, no destruir; porque es un proceso que no sólo afecta a las cosas, sino principalmente a las personas, a sus relaciones, hábitos, valores... No es un cambio de apariencia, de nombres. No es un quítate tú, que me pongo yo.
Los cambios sustanciales requieren su tiempo. Por ejemplo:
Crear tejido social, romper la tendencia al aislamiento.
Defender y crear cultura. La estupidez nunca lleva camino.
Estimar. Dedicar tiempo al cuidado y al afecto.
Desarrollar y mantener hábitos de colaboración.
Para ayudar, ayúdate.
Ayuda para ayudarte.
muy bueno amigo, un fuerte abrazo
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