Sólo quien está predispuesto a escuchar, normalmente por ser gato escaldado, puede considerar un argumento.
Uno prefiere reservar sus energías para investigar, tocando las cosas. La metafísica, si acaso, después de la física, como su nombre indica. Investigar de esta manera, por el puro placer de aprender y de comprobar si las intuiciones son plausibles, por más que sea costoso, tiene su recompensa íntima. Poner en práctica una iniciativa en el aula, aplicar técnicas para regenerar la tierra que cultivas e hilvanar la evolución de un concepto en diversos autores, son procesos que requieren actividad y reflexión.
Hay que pisar un aula, doblar el espinazo o leer y releer directamente aquellas obras.
En punto muerto sólo se avanza por inercia, por gravedad o por fuerzas ajenas.
Salud.
Fotografías: José Ángel Hernández |
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