Recuerdo una presunta maestra de música que me dijo:
Sé que te han comprado una guitarra. Olvídate, nunca aprenderás a tocarla. No tienes cualidades para la música.
No sabía que yo enseñaba a mis compañeros las canciones que teníamos que tocar con la flauta ante ella. Ellos simulaban, al parecer, mejor que yo, la lectura de las notas mientras tocaban.
Si no vales para motivar a tus alumnos, al menos no los desanimes. Siempre puedes ganarte la vida de otra forma.
Nunca impartí la asignatura de música, pero la integré en mis clases, como la expresión corporal, la poesía, la relajación... Algunos pedían una guitarra a los Reyes Magos y me consta que no pocos, de distintas generaciones, aún siguen tocando.
Esta canción era una de las preferidas de mis pequeños Ulises. La compuse cuando escuché por primera vez, por desgracia, el término "patera". Sigue vigente.
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