martes, 15 de octubre de 2024

Pulgar oponible

 ¿Por qué esa manía de separar? Cuerpo y mente. Actividades intelectuales y manuales. Razón y emoción.  Ciencias y letras. Aprender y enseñar. Mandar y obedecer...

¿Será que ayuda a establecer divisiones y jerarquías que convienen? ¿Será que nos simplifica convirtiéndonos en intercambiables piezas de un engranaje? ¿Será que nos anula como seres únicos? 

Se da mucha importancia al cerebro, con razón. Pero, ¿qué interacción se produjo, a lo largo de la evolución de nuestra especie, entre la manipulación de objetos, herramientas, etcétera, y el desarrollo del cerebro? 

¿Qué importancia conferimos a la evolución del pulgar? De un dedo más de apoyo para caminar, pasando por la capacidad de prensión para trepar, al pulgar oponible que llega a coger una flecha, un pincel, un lápiz, un bisturí o teclear en un movil.

El placer de comprender no distingue entre el universo y la condición humana. El problema de la Metafísica sobrevino cuando ignoró su genealogía (más allá de la Física no significa prescindiendo de ella). El pensamiento surge de la observación del mundo físico mientras se interviene en él, no de una burbuja de palabras.

A la satisfacción de arreglar una herramienta o diseñar un sistema con elementos reutilizados, me gusta sumar la voluntad de resistir a unas dinámicas desquiciadas de consumo.



Fotografías: José Ángel Hernández 


  


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