miércoles, 24 de diciembre de 2014
La transparencia
Cuando la coherencia suena como un balido.
Cuando la implicación es mirar el reloj.
Cuando el coraje se llama mentira.
Cuando la aquiescencia deviene prioridad.
Cuando la valía la cifra el equilibrio
de un carné en la boca.
Cuando la inteligencia es sinrazón practicable
bajo el color de una camisa.
Hay que dudar de todo,
excepto del valor de nuestra dignidad,
de la razón de pecios ignorados,
de los hechos que cimientan sueños,
de la transparencia que destilan tus ojos.
Malhechores
El número de malhechores no autoriza el crimen.
martes, 16 de diciembre de 2014
La solución
¡Uf! Menos mal que se acercan las elecciones. Se solucionan los problemas más graves de la noche a la mañana. Creo que por fin he encontrado mi ideología: el electoralismo.
lunes, 8 de diciembre de 2014
Di toda la verdad, mas dila reclinada
Di toda la verdad, mas dila reclinada
el logro descansa en el rodeo
Demasiado brillante para nuestro frágil Deleite
La verdad es espléndida sorpresa
como relámpago mitigado a los niños
con una explicación sutil
La verdad debe deslumbrar gradualmente
o ciegos quedarán todos los hombres.
Emily Dickinson
Traducción José Ángel Hernández
sábado, 6 de diciembre de 2014
Debate
"La capacidad de alienación era muy superior a la que podemos tener en estos momentos. En estos momentos ser alienado sería un pecado". Dice Montalbán.
Humildemente, Manolo, creo que te equivocabas. Las posibilidades de alienación estaban y están siempre presentes. La aquiescencia es una tendencia tan poderosa, frente al criterio propio, que no depende de la coyuntura o de los tsunamis ideológicos de cada época (y los que retornan de otras épocas), sino de factores individuales y sociales que no interesa desvelar. En política se llama oportunismo. En lo humano, gregarismo.
jueves, 4 de diciembre de 2014
Aristóntones
Somos lo que no hacemos cada día,
de modo que la estulticia no es un acto,
sino un hábito.
jueves, 27 de noviembre de 2014
Compromiso y soledad
Hace casi dos décadas me veía obligado a defender en debates y tertulias que nada de lo humano es ajeno a la poesía. Etiquetado inmediatamente, me veía obligado a defender el compromiso de quien aspire a escribir poesía con la búsqueda más rigurosa y autoexigente de la forma.
Han cambiado muchas cosas desde entonces. Nos damos de bruces con los lodos que vienen de aquellos polvos. Retornan a un primer plano las preocupaciones sociales. ¿Cómo no? Aparecen colectivos que editan su indignación.
Todo normal, incluso previsible, si no previsto.
Algunos seguimos solos. Afortunadamente hay compromisos que han de ser personales, que no pueden dejarse a merced de los vientos, ni de las corrientes.
LA POÉTICA DE LOS PANERO. ÁNGELES CON ALAS DE PLOMO
PARTICIPAN: VICTORIA ALONSO, MANUEL FUENTES, JUAN CARLOS ELIJAS
COLABORAN: JORGE ACEBO CANEDO, CRISTINA SANTIAGO,
MARIBEL TORRES, MIGUEL ZANÓN
VIERNES 28 DE NOVIEMBRE. 17, 30h
SALA D’ACTES DE L’AJUNTAMENT DE TARRAGONA.
Leopoldo Panero (1909˗1962) fue un poeta nacido en Astorga (León) que recibió la república con insignia de plata en forma de hoz y martillo. Durante la guerra fue encarcelado y acto seguido pasó a alistarse en las tropas rebeldes. Hasta su muerte representó la cultura oficial de la dictadura, por ejemplo, como director del Instituto español en Londres (fue destituido por sospechoso de amistad con exiliados), o en dos giras por Hispanoamérica, y fue Premio Nacional en 1950 con Escrito a cada instante (1949).
En 1976 Jaime Chávarri estrena El desencanto, un documental de culto en el que la viuda Felicidad Blanc (1913 –1990) y los hijos Juan Luis (1942˗2013), Leopoldo María (1948˗2014) y Michi (1951˗2004) muestran de manera descarnada su experiencia como integrantes de una peculiar familia, tomando como referencia la figura del padre. Los dos primeros han publicado una considerable obra poética a lo largo del tiempo y Michi fue considerado siempre el Bartleby de la familia, el escritor sin obra.
Ricardo Franco rodó Después de tantos años (1994) con los tres hermanos, una vez fallecida Felicidad. De ambas filmaciones se desprende la idea reiterada por los Panero de que constituyen un «fin de raza». Y así fue.
Por una razón u otra, los participantes en este acto trataron fugaz o intensamente a los hermanos Panero. Manuel Fuentes (especialista en la poesía de la revista Escorial, editada desde 1940 a 1950, por la Falange) atendió a Juan Luis en su visita a Tarragona para una lectura poética en la Universidad, Juan Carlos Elijas visitó a Leopoldo María en el manicomio de Mondragón (inició su larga aventura por psiquiátricos a lo largo de la geografía española en el Pere Mata de Reus) para una entrevista publicada en El Periódico de Catalunya y Victoria Alonso, alcaldesa de Astorga y médica, atendió profesionalmente a Michi en los últimos años de vida.
Una vez muerto el último de los Panero, se decidió que podría resultar interesante establecer esta especie de mesa redonda, desde varias perspectivas, al respecto de lo que pudo haber significado la existencia de esta familia vinculada a la literatura en el panorama lírico, y se leerán algunos poemas.
A ello se añadirá una breve proyección preparada por Jorge Acebo Canedo, una valoración desde el punto de vista psicoanalítico de Leopoldo María en relación con su obra a cargo de Cristina Santiago, y podrán apreciarse temas en directo de los Rolling Stones (Leopoldo María dedica su opera prima a esta formación musical) a cargo del dúo Rest 'n' peace compuesto por Miguel Zanón y Maribel Torres.
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miércoles, 19 de noviembre de 2014
Naciste clavo
Naciste clavo, ama los martillos.
De No hay cosa más rica. Inédito.
martes, 18 de noviembre de 2014
Sonetos a Simeonova
“Sonetos a Simeonova consiste en un breve cancionero de veinte sonetos de inspiración petrarquista con algo de retranca. Una sátira blanca elaborada ex profeso en homenaje a P.V., poeta de Lamazón, amigo del autor, miserable amante que fue abandonado por su cruel amada Simeonova en plena crisis económica durante los primeros años del siglo xxi. El poemario describe en un primer libro la relación mantenida cuando la abundancia se traducía en felicidad, y en un segundo libro ˗una suerte de iter movie˗ trata de la firme resolución ˗tras la persuasión del amigo˗ de salir a buscarla por esa Europa desconocida, Danubio arriba y abajo, única pista a seguir con la que cuenta”
domingo, 16 de noviembre de 2014
PASEANTES
Atardezco con Aranguren, poeta. Me regala su último libro de poemas, magnífico, como todo los que ha escrito. Paseamos, a paso lento, casi mediterráneo. Vamos mirando a la gente que pasa, su porte, su andar, su existir. Nos alegramos de que la vida fluya, de que las gentes vayan y vengan, de que los amantes se amen y los odiantes se odien, que es lo suyo. Nos sorprendemos de cosas menudas e inciertas, que suceden sin que les demos mayor importancia: el paso ligero de un adolescente, el cansado de un anciano, el grito de un vendedor, el pequeño salto de un gorrión, las hojas que van cayendo sin saber la importancia de su acto. La ciudad, en abstracto, no es más que esa suma de pequeños detalles, sin los cuales la vida sería un poco más amarga.
Seguramente, es el paseo la forma más pobre de viaje. Para Walter Benjamin, sin embargo, era la metáfora de la propia experiencia. Uno sale a pasear, cuando lo hace solo, sin ninguna pretensión, ningún plan urdido. Sale a salir, abierto a cualquier posibilidad, a cualquier encuentro con otras personas, que son instantes que se roban a la monotonía diaria. Luego, más tarde, se recuerda cada gesto, cada baile de labios, el juego de manos; y se cuenta, no como algo anodino o superficial, un encuentro más, sino como algo que aportó el tesoro de la fraternidad.
Pasear por la ciudad no tiene ahora el significado de ver y dejarse ver, que tanto gusta a los que predican el cuidado de sí mismos y el olvido de los demás; sino el de mirar con ojos ligeros y buscar la profundidad de otras miradas. Poca gente se mira a los ojos, por pudor o por miedo a lo que el otro esconde, ni se sienta en los bancos a comentar que la tarde ha quedado bonita y que las palomas vuelan y que el viento ha quedado atrapado en una sabana.
Atardecemos Aranguren y yo en una larga travesía por la ciudad Paseamos para pensar y luego poder hablar sin prisa sobre lo pensado. Intentamos levantar las losas que aprisionan los conceptos y las dejamos abandonadas, así sin más, a la intemperie. Paseamos por placer, no por necesidad o prescripción facultativa. Coincidimos en que se está perdiendo el gusto por la palabra. Yo le regalo una: “calendario”. Él me devuelve otra: “almanaque”. Discutimos sobre la propiedad o impropiedad de cada término. No significan lo mismo, pero ambos son la mano que usa el tiempo para advertirnos. Nos demoramos. Cansados, nos sentamos en una terraza. Llueve.
El Diario Vasco, 15 de noviembre de 2014
Problemas y listos
Consideraría inteligente (listo, en el buen sentido, es el
que bien se adapta a unas circunstancias) a quien reconoce todas las
implicaciones del problema, incluyendo su propia mirada, quien es capaz de
abordarlo constructivamente desde todas las perspectivas posibles sin ignorar
las causas que lo producen. Muy inteligente sería quien consiguiese mitigar o
solucionar el problema, especialmente si para ello es capaz de abrir nuevas
veredas y no limitarse a desbrozar las viejas, o a contentarse “con la solución
favorita” que convierte en capcioso su planteamiento.
sábado, 15 de noviembre de 2014
El listo
El listo, calle o grite, intenta fundamentalmente ocultar
que forma parte del problema.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Fallece Alexander Grothendieck
Dado el declive en la ética científica, participar en el juego de los
premios significa aprobar un espíritu que me parece insano.
martes, 4 de noviembre de 2014
Habitar oralmente el mundo. Documental
Proyección del documental "José Luis Giménez-Frontín: Habitar oralmente el mundo", dentro de los actos de la Tardor literària.
Viernes día 7 de noviembre, a las 7 de la tarde, en la Sala de Actos del Patronat de Turisme (Antic Ajuntament - c/ Major, 37
Obra dirigida por Jorge Acebo Canedo y Juan Carlos Elijas.
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martes, 28 de octubre de 2014
La solución
La solución mentecasta:
añadir más vallas.
De Afuerismos, inédito.
sábado, 25 de octubre de 2014
La mirada de Pinilla
...
Todos los recuerdos son literarios, invención, recreación y narración
de un tiempo que no fue, en un lugar que no existió. Todos los
recuerdos son imágenes que empalidecen a la luz de lo real, que, como un
río, fluctúa en su propia condición líquida y acuosa. Recordar lo
sucedido en el pasado es imaginarlo, porque nada sucedió como lo
recordamos ni nada se recuerda como sucedió. Nadie se sumerge dos veces
en el río de la realidad, bien para zambullirse y nadar, bien para
cruzarlo y llegar a la otra orilla. Lo que fue ya no es ni será. Ni
siquiera fue cuando fue. Las orillas son nuevas, como somos nuevos
cuando recordamos y vivimos lo recordado. Somos seres confusos y difusos
en una orilla neblinosa.
La obra de Ramiro Pinilla, recientemente galardonado con el Premio
Euskadi, es un gran monumento dedicado la memoria, no histórica en
sentido literal, sino literaria en el sentido histórico. La historia
puede ser provisional, como la espera de luz nueva, lluvia nueva, savia
nueva, pero la literatura no lo es. Se levanta sobre el barro de la
historia y construye un edificio por donde resbalan y caen las gotas de
lluvia, la vida vivida y la otra, la que pasó entre sueños y pesadillas,
en duermevela.
...
Escribir es mirar y señalar las cosas que suceden o han sucedido, tal y
como se ven desde esa falsa atalaya que es la memoria. La mirada de John
Ford es una sirena varada en el lecho de un río que se secó y espera la
venida de las aguas. La de Pinilla, mirada no única, mirada múltiple y
compleja, es como la de una flota que espera en puerto la llegada del
huracán, quizá del diluvio.
jueves, 23 de octubre de 2014
Fallece Ramiro Pinilla
Emocionado adiós:
FERNANDO ARAMBURU | 23/10/2014
Tenía razón Ramiro. Es una pena morir. Y ahora se ha muerto él y es como si a uno de repente se le cayera un brazo al suelo o se le abriera un hueco en el pecho.
Sus 91 años ni justifican ni alivian la pérdida. Nació el mismo año
que mi padre, el 23, y los dos, gente curtida y humilde, vivieron
parecidas cosas. Tiempos difíciles. La guerra, la posguerra, la clase
social de los que viven por sus manos. Mi padre murió en el 2011, con
88 años. También sin enfermedad, ni agonía ni gaitas. Te mueres y
santas pascuas. Me quedó Ramiro, en quien desde entonces me complació
hallar la sombra de lo paterno.
Ramiro era un vasco apacible que había leído a Faulkner. No le gustaban los habladores. No le gustaban el barroco ni el nacionalismo. Lo suyo era contar historias, dramas de la gente común, de Getxo principalmente. Profesaba la convicción del estilo transparente, de la prosa que no se nota. Pero Ramiro, joder, le decía yo, ¿no pretenderás que todo el mundo escriba como tú? Y se quedaba pensando. Es que es verdad: si no hubiera escritores preciosistas, le decía yo, la sencillez pasaría inadvertida.
Durante largos años me profesó agradecimiento. Por nada. Me cupo la suerte de interceder por él cerca de Tusquets. Justo un pelanas como yo, que ni estirándome habría sido capaz de redactar un renglón de Verdes valles, colinas rojas. Así y todo, siento un pinchazo de gusto cada vez que veo los tres volúmenes de la novela en una librería. Son como un poquito míos. Un poquito nada más. Y le dije una noche en San Sebastián, cenando: Supongo que sabes que este libro está llamado a perdurar, ¿no? Ramiro me miró en silencio, con el gesto con que otros mirarían a un vendedor de galaxias.
No le han dado el Cervantes. No será porque algunos no lo hubiéramos pedido públicamente. A él le daba igual. No, porque te lo mereces. Y al decírselo volvía a ver en mí al vendedor de galaxias; él que llevaba mucho más tiempo que yo en la Tierra y sabía, porque sabía, porque era un sabio con su retranca, su boina, su huerta y su estoicismo, cómo funciona el corazón de los hombres.
Adiós, Ramiro. Adiós, amigo. Y gracias. ¿Por qué? Joder, por tus libros, por tu conversación, por ti mismo. ¿Qué preguntas tienes?
Ramiro era un vasco apacible que había leído a Faulkner. No le gustaban los habladores. No le gustaban el barroco ni el nacionalismo. Lo suyo era contar historias, dramas de la gente común, de Getxo principalmente. Profesaba la convicción del estilo transparente, de la prosa que no se nota. Pero Ramiro, joder, le decía yo, ¿no pretenderás que todo el mundo escriba como tú? Y se quedaba pensando. Es que es verdad: si no hubiera escritores preciosistas, le decía yo, la sencillez pasaría inadvertida.
Durante largos años me profesó agradecimiento. Por nada. Me cupo la suerte de interceder por él cerca de Tusquets. Justo un pelanas como yo, que ni estirándome habría sido capaz de redactar un renglón de Verdes valles, colinas rojas. Así y todo, siento un pinchazo de gusto cada vez que veo los tres volúmenes de la novela en una librería. Son como un poquito míos. Un poquito nada más. Y le dije una noche en San Sebastián, cenando: Supongo que sabes que este libro está llamado a perdurar, ¿no? Ramiro me miró en silencio, con el gesto con que otros mirarían a un vendedor de galaxias.
No le han dado el Cervantes. No será porque algunos no lo hubiéramos pedido públicamente. A él le daba igual. No, porque te lo mereces. Y al decírselo volvía a ver en mí al vendedor de galaxias; él que llevaba mucho más tiempo que yo en la Tierra y sabía, porque sabía, porque era un sabio con su retranca, su boina, su huerta y su estoicismo, cómo funciona el corazón de los hombres.
Adiós, Ramiro. Adiós, amigo. Y gracias. ¿Por qué? Joder, por tus libros, por tu conversación, por ti mismo. ¿Qué preguntas tienes?
Entrevista para El Cultural (fragmentos)
FRANCISCO JAVIER IRAZOKI | 13/05/2011 |
Desde que en 1960 ganó el Premio Nadal y el Premio de la Crítica con la novela Las ciegas hormigas, los lectores más exigentes esperaban nuevos libros de Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923). Pero, decepcionado por la industria editorial de la época, durante décadas se mantuvo recluido en la provincia. Hasta que reapareció en el siglo XXI. Su novela Verdes valles, colinas rojas, dividida en tres partes y galardonada con el Premio Nacional de la Crítica y el Nacional de Narrativa en 2006, es sin duda una de las obras mayores de la literatura española. Esta frase sólo puede asustar a los militantes de la envidia y a quienes desconocen la imaginación poderosa del autor. Es imposible encontrar un fragmento decorativo o superfluo en las 2.200 páginas del conjunto. El talento de Ramiro Pinilla incluye la objetividad en los retratos políticos. Porque huye de los maniqueísmos como de los lugares comunes y supercherías.
- A menudo se habla de su identificación con la literatura de William Faulkner. Ha explicado que durante años, antes de empezar la tarea de escribir, necesitaba leer un pasaje de Faulkner y retener su música. ¿Cómo fue esa fascinación y cuándo se liberó de ella?
- Me fascinó lo que latía bajo aquel lenguaje casi críptico. Faulkner lo podía haber evitado, pues lo de abajo no necesitaba de tantas llaves. Era un gran cabroncete. Sin embargo, en un tiempo necesité de esa maldita música para escribir. Luego vino Gabriel García Márquez. Mi agradecimiento a ambos. Supongo que hoy camino solo.
- Me fascinó lo que latía bajo aquel lenguaje casi críptico. Faulkner lo podía haber evitado, pues lo de abajo no necesitaba de tantas llaves. Era un gran cabroncete. Sin embargo, en un tiempo necesité de esa maldita música para escribir. Luego vino Gabriel García Márquez. Mi agradecimiento a ambos. Supongo que hoy camino solo.
¿Cómo recuerda la llegada de los inmigrantes para trabajar en Altos Hornos de Vizcaya y otras industrias vascas? A su juicio, ¿qué trato se les dio?
- Malo. El nacionalismo los llamó, despectivamente, maketos. Sin embargo, sobre explotados mineros e industriales se levantó la riqueza vasca. Todavía son los grandes silenciados.
- Malo. El nacionalismo los llamó, despectivamente, maketos. Sin embargo, sobre explotados mineros e industriales se levantó la riqueza vasca. Todavía son los grandes silenciados.
http://www.elcultural.es/revista/letras/Ramiro-Pinilla/29180
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Ramiro Pinilla
martes, 21 de octubre de 2014
Otra fraternidad
Mientras aparentan sostenerse, unos sobre el toro y otros sobre
el burro, seguiremos a pie. La soledad no asusta sino a quien se teme a sí mismo,
a quien teme el abrazo de otra fraternidad más allá de su valle.
sábado, 18 de octubre de 2014
Hacer de la mirada el filo exacto
Hacer de la mirada el filo exacto,
atravesar el agua corrompida,
en el envés de la sombra deletrear
el rostro ardido de sed antigua.
La poesía es poderosa e insignificante
Cuántas utopías derrumbadas. Eso te abrió los ojos. Agradécelo.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/10/17/actualidad/1413573809_240688.html
martes, 14 de octubre de 2014
Ficcionari, poema
no
podem grapar les ales
d’un
vent a la terra, com no
ens
és dat refer la pols
de
la papallona als dits aquells.
La
paraula flor no tradueix
un
bri de la bellesa
intraduïble
de la flor.
La
paraula rosa no és la rosa,
però
en el cor de ficció d’un poema
no
la collirem sense el risc
d’una
ferida certa.
Josep
Civit i Mateu. Ficcionari, Ed. Fonoll. Juneda, 2014
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