martes, 21 de febrero de 2012



Fotos: El País
Yo también llevo armas. Ésta es la mía, gritaba otro estudiante que clamaba contra la detención, mostrando un libro en alto.



El País, Martes, 21 de febrero de 2012

domingo, 12 de febrero de 2012

Hoy en día, la gente conoce el precio de todo y el valor de nada.



 
 
 
 
El verdadero fin de la educación es el amor a la belleza.



 
 





Felizmente, creo que no soy un ser normal.








Sí: soy un soñador. Pues soñador es quien sólo halla su camino a la luz de la luna, y su castigo consiste en ver amanecer antes que el resto del mundo.




lunes, 6 de febrero de 2012





Si em dius adéu
Vull que el dia sigui net i clar
Que cap ocell
Trenqui l’harmonia del seu cant
Que tinguis sort
I que trobis el que t’ha mancat en mi
Si em dius et vull
Que el sol faci el dia molt més llarg
I així robar
Temps al temps d’un rellotge aturat
Que tinguem sort
Que trobem tot el que ens va mancar
Ahir
I així pren, i així pren
Tot el fruit que et pugui donar
El camí que poc a poc escrius
Per demà
Que demà, que demà
Mancarà el fruit de cada pas
Per això malgrat la boira cal
Caminar
Si vens amb mi
No demanis un camí planer
Ni estels d’argent
Ni un demà ple de promeses sols
Un poc de sort
I que la vida ens doni un camí
Ben llarg
I així pren, i així pren
Tot el fruit que et pugui donar
El camí que poc a poc escrius
Per demà
Que demà, que demà
Mancarà el fruit de cada pas
Per això malgrat la boira cal
Caminar

sábado, 4 de febrero de 2012

-Años lentos es también la novela de una novela, la que escribe un tal Aramburu con los recuerdos de Txiki: ¿es un procedimiento para distanciarse de lo narrado?

-Es todo mucho más simple. Nadie ha conseguido convencerme hasta la fecha de que la novela sea un producto humano ajeno al arte. Ya puede contener toda la verdad personal o histórica que se quiera. Me da igual. Por muy serias o graves que sean las cuestiones tratadas, sigo creyendo que una novela es una construcción literaria y que, cuanto mejor construida esté, más eficaces son sus efectos y mayores sus posibilidades de continuar emitiendo significados en el futuro. Así las cosas, no tiene nada de raro que uno se complazca prestando atención a los elementos estéticos del artefacto.

-La novela, escribe el Aramburu narrador, “será corta o no será” ¿Le ha tomado miedo a las largas distancias?

-La respuesta está en la cocina del autor. Toda la novela, desde la primera hasta la última página, se sustenta en un juego literario, consistente en la sucesión de dos discursos alternos. La receta pedía en mi opinión unas dimensiones ni breves ni largas, sino todo lo contrario. De otro modo el juego no iba a funcionar.

La línea narrativa de Lázaro de Tormes

-¿Qué relación tienen el protagonista del relato con Lazarillo de Tormes, con Pascual Duarte, y con otros niños de sus propios libros, como el protagonista de Los ojos vacíos, o con los hijos de las víctimas, por ejemplo, de Los peces de la amargura?

-No tengo empacho en confesar que mi defectuosa literatura debe mucho a una línea narrativa que nace en España con el relato de las fortunas y adversidades de Lázaro de Tormes, sigue con la novela de pícaros, particularmente cuando la protagonizan niños y adolescentes, salta a otras culturas literarias europeas, con Defoe y Dickens como modelos estimulantes que reconozco, y vuelve a nosotros en algunos textos de Baroja y Cela. Cuestión central de esta línea narrativa es lo que suele llamarse la lucha por la vida, la formación del individuo en condiciones adversas, la fuerza de los instintos y la naturaleza de la maldad. Con tales ingredientes hago mis bizcochos.



Entrevista de NURIA AZANCOT

Publicado el 03/02/2012 en El Cultural