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viernes, 1 de julio de 2016

La abolición del tiempo



"Ese tiempo acelerado desemboca, no en una aceleración infinita, sino en una abolición del tiempo. Vivimos en la era del tiempo abolido, recientemente reemplazado por el tiempo de la engañifa. (...) Esa dañina dilución transforma en sordos a quienes ya no pueden oír una sinfonía completa, en iletrados a los lectores incapaces de leer libros largos (...). La muerte del tiempo mata a quienes viven en ese tiempo. (...) Somos sombras que vivimos en un teatro de sombras. (...) 

Ese movimiento no es fatal. Si bien parece imposible salirse de esta situación en el plano de la civilización -es demasiado tarde-, al menos se puede, en el plano de la subjetividad, crear y construir un contratiempo: un tiempo vivo contra ese tiempo muerto."


Cosmos. Una ontología materialista. Ed. Paidós Contextos, Barcelona, 2016

domingo, 1 de mayo de 2016

El libro y...





El libro sólo es bueno cuando uno aprende a prescindir de él, a levantar la cabeza, a apartar la nariz del volumen para mirar el detalle del mundo que no espera sino nuestra atención.





MICHEL ONFRAY. Cosmos. Espasa Libros - Paidós, Barcelona, 2016

domingo, 9 de agosto de 2015

CAMBIAR





Ahí donde nos encontremos, reproduzcamos el mundo al que aspiramos y evitemos aquel que rechazamos.


domingo, 12 de octubre de 2014

Del derecho al ateísmo



Existe un instrumento formidable para medir la barbarie y el progreso, y es la intolerancia al ateísmo. Nuestros maestros pensadores toleran lo que les resulta familiar y defienden los derechos, por ejemplo el derecho de prensa, pero únicamente cuando lo que se está defendiendo es su propia concepción del mundo. Por el contrario, si se trata de tolerar, ni hablemos de lo intolerable sino simplemente de una visión alternativa a la de ellos, entonces los tolerantes de papel sacan la artillería pesada.

Lo mismo ocurre con el ateísmo, bastante poco generalizado si se tiene en cuenta la enorme cantidad de gente que cree en cualquier pavada: el Dios judío que abre el mar en dos para dejar pasar a su pueblo, el Jesús cristiano que camina sobre las aguas o resucita tres días después de su muerte, Mahoma que no sabe escribir pero transcribe escrupulosamente los versículos del Corán, como también las profecías del Dalai Lama sobre la reencarnación de perros y gatos y las extravagancias raelianas sobre la salvación a través de clones asistidos por platos voladores, son todas ofensas a la razón razonable y razonante...

Si a uno se le ocurriera sonreír y afirmar alegremente que no cree en dioses que desafían de este modo las leyes de la naturaleza, enseguida lo cubrirían de epítetos infamantes. ¿Te burlas del Dios de los judíos? Antisemitismo. Muy rápido te empezarán a comparar con Hitler. ¿Te ríes del Dios de los cristianos? Blasfemia. Rápidamente serás considerado el anticristo, el diablo, Satanás. ¿Dudas del Dios de los musulmanes? Islamofobia. Serás inmediatamente colocado a la extrema derecha de Le Pen. Y la letanía va en aumento: sacrilegio, injuria, ofensa, y aunque defiendas las libertades de pensamiento y expresión, ¡te terminarán colocando en el campo de los intolerantes alérgicos a la democracia!

Reivindico el derecho a no creer en las fábulas y, sobre todo, el derecho a poder expresarme sin ser tomado por alguien que desprecia, insulta, ultraja, ataca, ofende o provoca. El derecho al ateísmo es un barómetro de la auténtica democracia: desconfíen de aquellos que profieren insultos cuando uno se ríe de las chiquilinadas de la razón poco razonable, están hechos de la misma madera que los Savonarola o Fouquier-Tinville.


Filosofar como un perro. Capital Intelectual, 2013

miércoles, 6 de agosto de 2014

La vida es aquí y ahora



Prefiero una verdad que duele a una mentira que calma. Pero cada uno puede preferir el opio de la ilusión a la realidad. Yo le reprocho a la ilusión enemistarnos con la única certeza que tenemos: la vida es aquí y ahora. Las religiones nos invitan a vivir en la expiación, con el pretexto de que vivir como si uno estuviera muerto aquí nos abrirá la vida eterna una vez muertos.


  

miércoles, 19 de septiembre de 2012

FILOSOFAR





Filosofar es hacer viable y vivible la propia existencia allí donde nada es dado y todo debe ser construido.