martes, 23 de noviembre de 2010

Ponta seca

Remendo o coração, como a andorinha
Remenda o ninho onde foi feliz.
Artes que o instinto sabe ou adivinha...
Mas fico a olhar depois a cicatriz.




Punta seca

Remiendo mi corazón, como la golondrina
remienda el nido en que fue feliz.
Artes que el instinto sabe o adivina...
Pero me quedo después mirando la cicatriz.



La paz posible es no tener ninguna (Antología poética). Amarú Ediciones, Salamanca, 1994

lunes, 22 de noviembre de 2010

Tocando em frente




Ando devagar
porque já tive pressa.
Levo esse sorriso
porque já chorei demais.

Hoje me sinto mais forte,
mais feliz, quem sabe.
Só levo a certeza
de que muito pouco sei,
ou nada sei.

Conhecer as manhas

e as manhãs.
O sabor das massas
e das maçãs.

É preciso amor

pra poder pulsar.
É preciso paz pra poder sorrir.
É preciso a chuva para florir.

Penso que cumprir a vida

seja simplesmente
compreender a marcha
e ir tocando em frente.

Como um velho boiadeiro
levando a boiada,
eu vou tocando os dias.
Pela longa estrada, eu vou.
Estrada eu sou.

Todo mundo ama um dia,

todo mundo chora.
Um dia a gente chega
e no outro vai embora.

Cada um de nos compõe a sua historia.

Cada ser em si
carrega o dom de ser capaz
de ser feliz.



Ando lentamente

porque ya tuve prisa.
Llevo esta sonrisa
porque ya lloré de más.

Hoy me siento más fuerte,

más feliz, quién sabe.
Sólo tengo la certeza
de que muy poco sé,
o nada sé.

Conocer las mañas

y las mañanas.
El sabor de las masas
y las manzanas.

Se precisa amor

para palpitar.
Se precisa paz
para sonreír.
Se precisa lluvia
para florecer.

Pienso que cumplir la vida

será, simplemente,
comprender la marcha
y seguir adelante.

Como un viejo boyero

que conduce los bueyes,
voy pasando los días.
Por la larga senda, yo voy.
Senda soy.

Todo el mundo ama un día,

todo el mundo llora.
Un día la gente llega
y al siguiente se va.

Cada uno de nosotros crea su historia.

Cada ser lleva en sí
el don de ser capaz
de ser feliz.

Almir Sater- Renato Teixeira

Traducción: José Ángel Hernández

domingo, 21 de noviembre de 2010

Sonreír con la alegre tristeza del olivo





Sonreír con la alegre tristeza del olivo,
esperar, no cansarse de esperar la alegría.
Sonriamos, doremos la luz de cada día
en esta alegre y triste vanidad de ser vivo.

Me siento cada día más libre y más cautivo
en toda esa sonrisa tan clara y tan sombría.
Cruzan las tempestades sobre tu boca fría
como sobre la mía que aún es un soplo estivo.

Una sonrisa se alza sobre el abismo: crece
como un abismo trémulo, pero batiente en alas.
Una sonrisa eleva calientemente el vuelo.

Diurna, firme, arriba, no baja, no anochece.
Todo lo desafías, amor: todo lo escalas.
Con sonrisa te fuiste de la tierra y del cielo.





Obra poética completa. Alianza editorial, Madrid, 1982

martes, 16 de noviembre de 2010

Revisitando a Ory

In memoriam

Bajo la luna de Amiens,
como recién cazados por tu voz,
nos hablaste tumbado de la vida
en alpargatas, con maullidos
que venían del sillón.
Laura nos daba de comer junto al riachuelo
y te escuchábamos hablar contracorriente,
autoexiliado en las imágenes
de ofelias que arrastraban a cirlots
con tu acento salado y no de piedra.
Pero a la muerte no, no se le lleva
a la muerte la contraria si maúlla,
convidada silenciosa en los tejados
que sin prisa nos apresa y sin razón.
Nos ha dejado, un ay nos ha dejado
despoblado el corazón, tan despoblado
pero Edmundo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

PLEGARIA DE LA LLAGA

Ya está otra vez hablando en verso este guasón
Tiene la mente llena de maitines
Hete aquí su relincho de existencia hete aquí
su súbito suspiro en sol mayor
Pone el grito en la tierra y quién oye su idioma
de garganta de gallo saludando a la vida
¡Ay de tú! ¡Ay de tú! El mundo de belleza
que se hunde en un fracaso de tesoros
Protocolo de errores humanos y de horrores
mientras los tenebrosos trepan hacia la meta
Hace un montón de siglos que el mundo huele mal
a pesar del Espíritu y de los jazmineros
¿Qué es el hombre hoy noche en este santo día?
Tantas masacres tantas hecatombes
Oh linda flor del ser, ¿por qué has perdido el juicio?
Trágate el alma chúpate los ojos
En tiempos de destrozo domina la tristeza
Empero quién se atreve a tapar con pañuelo
el viejo sol de siempre desde Grecia hasta hoy
Bajo los arcos del espacio cantarás todavía
aunque tu pobre corazón se ponga serio
y se convierta el himno a la vida en mayido



Melos melancolía. Igitur poesía, Montblanc, 1999

martes, 9 de noviembre de 2010

Elegía a Rilke

Todo poeta es terrible. Mas, sobre todo, terrible es no haber vivido,
después de nacer en Praga. Ser sólo una página en blanco,
extendida hasta 1926, en una tumba de Valais.
Porque vivir no es únicamente soñar y meditar
y trazar bellas imágenes en el aire.
No es merodear, recorrer, escarbar el propio espíritu
con dedos de seda, niebla o pétalo.
Porque todo poeta es terrible cuando ha vivido y amado y odiado intensamente,
y escribe con todo el cuerpo, hermosa y horrorosamente,
mas con ternura y estremecimiento.



Hojas de Madrid con La galerna. Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores, Barcelona, 2010

sábado, 6 de noviembre de 2010

Porque no poseemos (La mirada)

I


     Porque no poseemos,
vemos. La combustión del ojo en esta
hora del día cuando la luz, cruel
de tan veraz, daña
la mirada ya no me trae aquella
sencillez. Ya no sé qué es lo que muere,
qué lo que resucita. Pero miro,
cojo fervor, y la mirada se hace
beso, ya no sé si de amor o traicionero.
Quiere acuñar las cosas,
detener su hosca prisa
de adiós, vestir, cubrir
su feroz desnudez de despedida
con lo que sea: con esa membrana
delicada del aire,
aunque fuera tan sólo
con la sutil ternura
del velo que separa las celdillas
de la granada. Quiere untar su aceite,
denso de juventud y de fatiga,
en tantos goznes luminosos que abre
la realidad, entrar
dejando allí, en alcobas tan fecundas,
su poso y su despojo,
su nido y su tormenta,
sin poder habitarlas. Qué mirada
oscura viendo cosas
tan claras. Mira, mira:
allí sube humo, empiezan
a salir de esa fábrica los hombres,
bajos los ojos, baja la cabeza.
Allí está el Tormes con su cielo alto,
niños por las orillas entre los escombros
donde escarban gallinas. Mira, mira:
ve cómo ya, aun con muescas y clavijas,
con ceños y asperezas,
van fluyendo las cosas. Mana, fuente
de rica vena, mi mirada, mi única
salvación, sella, graba,
como en un árbol los enamorados,
la locura armoniosa de la vida
en tus veloces aguas pasajeras.




Alianza y condena, Madrid, Revista de Occidente, 1965. Alianza Editorial, Madrid, 1995. Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, Zamora, 2001. Ediciones Cálamo, Palencia, 2009

martes, 2 de noviembre de 2010

MACHADO ME RECUERDA CERCA DE SORIA

En la memoria mía
tu recuerdo a traición ha florecido
ANTONIO MACHADO






Enero despereza rosas turbias
detrás de la colina, y va la luz
lamiéndose la herida de la noche
como un sueño cansado.
Medinaceli
se amanece
al calor del hotel en el espejo
retrovisor. Mis siete años
alimentan sus ojos sin memoria
por las sílabas rojas de los páramos.


Suena el motor. Mi madre acuna
retales de familia, y por el río
Jalón inventa brisas la alameda.
Mi padre apura el último bostezo,
enciende la radio, y la voz
de Nino Bravo añora libertades,
cinta barata de bar de carretera
que gira eternamente en mi memoria.
El viaje
prende un mundo de nidos y rayuelas
maldito ya de tinta y de nostalgia.


Madrid desnuda Itacas
al final del trayecto, de una ruta
que ahora moldeo con otra mirada
podrida de memorias. Era el viaje
que marcaba los años con el fuego
febril de las preguntas.


Y me invento aquel crío con estas palabras
que niegan la ternura del recuerdo.
La ciudad me soñaba
como ahora me sueño.
Va la tinta
como un buque fantasma por la página
olvidando el naufragio de la infancia.


¿Cuánto camino espera
detrás de la escritura? ¿cuántas horas
sueñan su voz de letra enmarañada?
¿qué silencio
vendrá a buscar raíces en mi boca?
Por la calle
las palabras me viven,
y la noche
desnuda verso blanco.


Suena en el compact
de nuevo Nino Bravo, y las palabras
clavan despacio su puñal de farsa
y acarician pacientes mi nostalgia.
Y finjo recordar, porque la vida
duerme su sangre de máscara.
Y asisto a mi recuerdo
bostezando en el patio de butacas,
valorando con pose de esteta,
cuidadosamente melancólico,
el sentido salvaje de la obra
tras un telón de libros.
Sólo el humo
del tabaco al final del entreacto
es la única verdad de la función.


Enero sueña rosas olvidadas
al albur de las olas, y Madrid
me inventa por sus calles
que yo ya no recuerdo.
Ya no tengo
la navaja del frío en la mañana
que dejamos atrás Medinaceli.


El sueño teje el mundo. Silva Editorial y Tertulia de Poesía Mediona 15 (Cuadernos de la Perra Gorda), Tarragona, 2007