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martes, 26 de agosto de 2025

Severa conminación de un ciudadano del mundo

 



Mataos
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna.

Si vuestra rabia es fuego que devora tal cielo
y en vuestras almohadas crecen las pistolas:
destruíos aniquilaos ensangrentad
con ojos desgarrados los acumulados cementerios
que bajo la luna de tantas cosas callan
pero dejad tranquilo al campesino
que cante en la mañana
el azul nutritivo de los soles.

Invadid con vuestro traqueteo
los talleres los navíos las universidades
las oficinas espectrales donde tanta gente languidece
triturad toda rosa hollad al noble pensativo
preparad las bombas de fósforo y las nupcias del agua con la muerte
que han de aplastar a las dulces muchachas paseantes
en esta misma hora que sonríe
por una desconocida ciudad de provincias
pero dejad tranquilo al joven estudiante
que lleva en su corazón un estío secreto.

Inundad los periódicos las radios los cines las tribunas
de entelequias estructuras incompatibilidades
pero dejad tranquilo al obrero que fumando un pitillo
ríe con los amigos en aquel bar de la esquina.

Asesinaos si así lo deseáis
exterminaos vosotros: los teorizantes de ambas cercas
que jamás asiríais un fusil de bravura
pero dejad tranquilo a ese hombre tan bueno y tan vulgar
que con su mujer pasea en los económicos atardeceres.

Aplastaos pero vosotros
los inquisitoriales azuzadores de la matanza
los implacables dogmáticos de estrechez mentecata
los monstruosos depositarios de la enorme Gran Estafa
los opulentos energúmenos que en alza favorable de cotizaciones
preparáis la trituración de los sueños modestos bajo un hacha de martirios inútiles.
Pisotead mi sepulcro también
os lo permito
si así lo deseáis inclusive y todo
aventad mis cenizas gratuitamente
si consideráis que mi voz de la calle no se acomoda a vuestros fines suculentos
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna
al campesino que nos suda la harina y el aceite
al joven estudiante con su llave de oro
al obrero en su ocio ganado fumándose un pitillo
y al hombre gris que coge los tranvías
con su gabán roído a las seis de la tarde.

Esperan otra cosa
los parieron sus madres para vivir con todos
y entre todos aspiran a vivir tan solo esto
y de ellos ha de crecer 
si surge
una raza de hombres con puñales de amor inverosímil
hacia otras aventuras más hermosas.



Foto: antoncastro.blogia.com



Punto y aparte. El Bardo. Sant Cugat del Vallès (Barcelona), 1967



 Aviso de una errata que ya es habitual en las redes:

Donde debe decir: "hollad al noble pensativo" aparece "hallad al noble pensativo" e incluso "rosa hallada".

Es lo que pasa con la facilidad que ofrecen los nuevos medios para copiar y enganchar desde cualquier sitio. 

La ausencia de puntuación es, asimismo, una decisión del poeta que debería ser respetada siempre.

No obstante, la cuestión es que este poema debería escucharse y leerse cada día, mientras haya una guerra en el mundo.

Aventarlo es un acto de resistencia.






viernes, 22 de agosto de 2025

Querido Labordeta


 Saudades. 

Tras una canción entrañable, un poema de Miguel Labordeta que debería recitarse hoy en cada plaza, en cada radio, en cada medio de comunicación.

"Severa conminación de un ciudadano del mundo". Por cierto, que está incompleto. 

lunes, 21 de marzo de 2011

Severa conminación de un ciudadano del mundo


Mataos
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna.

Si vuestra rabia es fuego que devora tal cielo
y en vuestras almohadas crecen las pistolas:
destruíos aniquilaos ensangrentad
con ojos desgarrados los acumulados cementerios
que bajo la luna de tantas cosas callan
pero dejad tranquilo al campesino
que cante en la mañana
el azul nutritivo de los soles.

Invadid con vuestro traqueteo
los talleres los navíos las universidades
las oficinas espectrales donde tanta gente languidece
triturad toda rosa hollad al noble pensativo
preparad las bombas de fósforo y las nupcias del agua con la muerte
que han de aplastar a las dulces muchachas paseantes
en esta misma hora que sonríe
por una desconocida ciudad de provincias
pero dejad tranquilo al joven estudiante
que lleva en su corazón un estío secreto.

Inundad los periódicos las radios los cines las tribunas
de entelequias estructuras incompatibilidades
pero dejad tranquilo al obrero que fumando un pitillo
ríe con los amigos en aquel bar de la esquina.

Asesinaos si así lo deseáis
exterminaos vosotros: los teorizantes de ambas cercas
que jamás asiríais un fusil de bravura
pero dejad tranquilo a ese hombre tan bueno y tan vulgar
que con su mujer pasea en los económicos atardeceres.

Aplastaos pero vosotros
los inquisitoriales azuzadores de la matanza
los implacables dogmáticos de estrechez mentecata
los monstruosos depositarios de la enorme Gran Estafa
los opulentos energúmenos que en alza favorable de cotizaciones
preparáis la trituración de los sueños modestos bajo un hacha de martirios inútiles.
Pisotead mi sepulcro también
os lo permito
si así lo deseáis inclusive y todo
aventad mis cenizas gratuitamente
si consideráis que mi voz de la calle no se acomoda a vuestros fines suculentos
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna
al campesino que nos suda la harina y el aceite
al joven estudiante con su llave de oro
al obrero en su ocio ganado fumándose un pitillo
y al hombre gris que coge los tranvías
con su gabán roído a las seis de la tarde.

Esperan otra cosa
los parieron sus madres para vivir con todos
y entre todos aspiran a vivir tan solo esto
y de ellos ha de crecer 
si surge
una raza de hombres con puñales de amor inverosímil
hacia otras aventuras más hermosas.



Foto: antoncastro.blogia.com



Punto y aparte. El Bardo. Sant Cugat del Vallès (Barcelona), 1967



 Aviso de una errata que ya es habitual en las redes:

Donde debe decir: "hollad al noble pensativo" aparece "hallad al noble pensativo" e incluso "rosa hallada".

Es lo que pasa con la facilidad que ofrecen los nuevos medios para copiar y enganchar desde cualquier sitio. 

La ausencia de puntuación es, asimismo, una decisión del poeta que debería ser respetada siempre.

No obstante, la cuestión es que este poema debería escucharse y leerse cada día, mientras haya una guerra en el mundo.

Aventarlo es un acto de resistencia.