domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Dilemas? Diles más (I)


¿Estaría en lo cierto aquel que, emulando a Neruda, escribía: “Me gustas cuando votas, porque estás como ausente”? Asistimos a un radical intento de recuperar el significado de la palabra democracia; a un negarse a la constante tergiversación de su sentido a base de promesas habitualmente cumplidas al revés; se señala con el dedo a quienes no se someten a elección democrática alguna pero cuya falta de ética afecta gravemente a la vida de todos, tal como está ocurriendo con la crisis financiera. ¿No es hora ya de desarrollar eficaces mecanismos de control del trabajo encomendado a los que detentan la representación ciudadana?
 
En las plazas y en las calles, nuestros jóvenes (y no tan jóvenes) se han visto abocados a expresar que nada ni nadie tiene derecho a arrebatarles el presente ni el futuro. En general, a diferencia de lo que ha ocurrido en algunos países, lo han hecho con civismo y responsabilidad, pacíficamente, pese a que en ocasiones se les ha respondido con violencia. Es significativo que, cuando decidieron levantar las acampadas, lo hicieran recitando versos. No en vano, mucho tiempo antes, los versos de Paul Celan, V. Holan, José Hierro y tantos otros, confirmaban que la poesía sigue siendo más que posible frente al horror y frente al vacío.
 
Esta juventud, de la que se hablaba a veces con desdén, ha demostrado muchas cosas en poco tiempo. Una de las más loables es la firmeza en la convicción de que, para que nuestros sueños no se conviertan en pesadillas, han de desprenderse de nuestras actitudes. En este aspecto quizá debamos sentirnos orgullosos de esos nietos o bisnietos de la ira. A algunos amargados nostálgicos de pretéritos perfectos les habrá sorprendido comprobar que no son “ni” idiotas “ni” sumisos, que son organizados y responsables, por lo que han sabido ganarse y preservar hasta el momento la simpatía de amplios sectores de la población.


 
Parece que empiezan a cambiar algunas cosas esenciales en la manera en que la movilización ciudadana afronta la realidad y emprende sus reivindicaciones. Se ha señalado, lógicamente, el papel de las nuevas tecnologías, aunque a veces nos quedamos en los aspectos más llamativos, como la inmediatez de la comunicación. Creo que sus efectos de mayor calado irán demostrándose con el tiempo. Los efectos de una cultura de la interacción frente a la comunicación unidireccional, de la horizontalidad frente a la verticalidad… Sin duda se abren esperanzadoras posibilidades pero, con ellas, muchos interrogantes. Las nuevas herramientas no generan por sí mismas los cambios positivos que empezamos a vislumbrar, es el uso que de ellas se haga el que puede permitir grandes conquistas, más de lo mismo o infiernos insufribles. Sin embargo, el sueño de los ilustrados nunca ha dejado de tener sentido. Cada vez que el hijo de un trabajador concluye unos estudios podríamos recordarlo.

 

Servir al ciudadano


Diari de Tarragona, 27-11-2011

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Homenaje

Cien mil millones de poemas. Demipage from Demipage on Vimeo.

Héctor Alterio recita a León Felipe

¡Qué lástima!

Que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo
que ganara una batalla,
ni un sillón viejo de cuero,
ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria que apenas tiene una capa...
venga forzado a cantar, cosas de poca importancia!


domingo, 20 de noviembre de 2011

José María Cumbreño, Genealogías from Luces de Gálibo on Vimeo.

Motion Graphics: Carmen Aldomar

Música: Lohstana David - Soft Slow - Puisque



Felipe Juaristi, El ángulo del ángel, Aingeruaren angelua from Luces de Gálibo on Vimeo.

Motion graphics: Carmen Aldomar

Música: Nico Posse - Desnudos - She ´s leaving home

EMAKUME ZAHAR BAT KAFEA HARTZEN




Hutsaren mila mezulari:
hor doaz guztiak zintzurrestean barna,
garratz, kafearekin batera.
Ikaztegiak zainetan.
Kafe garratz hori,
esku dardarati hori,
emakume hori niri begira negarrez,
ez baitu nigan bere semea ezagutzen,
eta ni, izan, ezezagun bat bainaiz
kalean paseatzen zebilena.





ANCIANA TOMANDO CAFÉ


Mil mensajeros del vacío
adentrándose por el esófago del sinsabor
junto con el café
hasta la carbonera de las venas.
Ese café amargo,
esa mano temblorosa,
esa anciana que me mira y llora
porque ya no reconoce a su hijo en mí
que no soy más que un desconocido
que pasaba por aquí dando una vuelta.


Mailu isila. Martillo silenciso. Centro de Lingüística Aplicada Atenea, Madrid, 2004

sábado, 19 de noviembre de 2011

No os guardamos rencor por vuestra media
hogaza a doble precio
ni tendremos en cuenta los quienvive
de los excombatientes...
pero sabedlo amigos: no traemos
metro ni curvas de nivel
en los morrales ni bandera:
puede servirnos en el mástil
de nuestra tienda de campaña
la primer ala que se pose.



viernes, 11 de noviembre de 2011


Rocío Cerón (Ciudad de México, 1972). Ha publicado los libros de poesía Basalto (México, 2002) por el cual recibió el Premio Nacional de Literatura de México Gilberto Owen 2000; Soma (Buenos Aires, 2003), Apuntes para sobrevivir al aire (México, 2005), Imperio/Empire, edición bilingüe e interdisciplinaria (México, 2009; República Dominicana, 2009); La primavera comienza muy tarde (Uruguay, 2010) y Tiento (México, 2010), entre otros. Obra suya ha sido traducida al inglés, finés, sueco y alemán. Desde 1996 desarrolla proyectos de poesía visual y desde 2007 imparte POLILAB, laboratorio de formatos textuales en soportes no convencionales.

 
América*


Se llamaban Krusevac, ahora Cruz. Los edificios transpiraban. Era una isla o un monte cubierto por chozas. Cosa de hombres. Las mujeres guardaban papas, construían el mundo. Cosa de tiento insulso, se pensaba. Paisajes de tonada suave con acordeón de fondo. Astucia. Proa que acumula sal. Toma mi brazo, corta el ligamento: necesito dejar el gusto por el ajvar. Callaron las aves a su paso. Remo. En el fondo, los peces intuían. Algunos fosos guardan familias enteras. Pero ellas son salvas. Todas las lenguas de Europa desaparecieron. Tierra. El dulce de manzana no trae olor a clavo. Cada letra deletrea una estancia. Estas mujeres son mis madres. Desde ese día −América− la piel de mis mejillas es llanura.







miércoles, 9 de noviembre de 2011

Escrevo-te a sentir tudo isto

escrevo-te a sentir tudo isto

e num instante de maior lucidez poderia ser o rio
as cabras escondendo o delicado tilintar dos guizos nos sais de prata da fotografia
poderia erguer-me como o castanheiro dos contos sussurrados junto ao fogo
e deambular trémulo com as aves
ou acompanhar a sulfúrica borboleta revelando-se na saliva dos lábios
poderia imitar aquele pastor
ou confundir-me com o sonho de cidade que a pouco e pouco morde a sua imobilidade

habito neste país de água por engano
são-me necessárias imagens radiografias de ossos
rostos desfocados
mãos sobre corpos impressos no papel e nos espelhos
repara
nada mais possuo
a não ser este recado que hoje segue manchado de finos bagos de romã
repara
como o coração de papel amareleceu no esquecimento de te amar

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ADHIAMBO

Oigo múltiples voces
como se dice que oye un loco.
Oigo hablar a los árboles
como se dice que oye un brujo.

Quizás yo soy un loco,
o soy un brujo.

Quizá estoy loco
porque las voces me atraen,
urgíéndome desde la luna
de medianoche y el silencio
de mi escritorio a caminar
sobre la cresta de las olas
a través de un mar.

Quizás soy un brujo
oyendo savias que hablan,
viendo dentro del árbol;
pero uno ha perdido sus poderes
de invocación.

Mas ahora las voces y los árboles
dicen un nombre; una figura
grabada en el silencio, cruza
a través de la cara de la luna, pisando
continentes y mares.

Y yo alzo mi mano-
mi mano temblorosa, estrujando
mi corazón como pañuelo
y lo hago ondear y ondear -y ondear-
pero ella
vuelve la vista a la distancia.

martes, 1 de noviembre de 2011

Muros

Sin consideración, sin piedad, sin vergüenza
han construido grandes y altos muros en torno a mí.

Y ahora estoy sentado aquí, desesperando.
No pienso en nada más, este destino roe mi mente;

pues tenía mucho que hacer afuera.
¿Y por qué no los vi cuando levantaban los muros?

Nunca escuché el ruido o sonido de los constructores.
Imperceptiblemente me encerraron, fuera del mundo.