domingo, 31 de agosto de 2014

Libertad




Solo se es de verdad libre cuando no se pesa sobre nadie; cuando no se humilla a nadie. En cada hombre están todos los hombres.

 

martes, 26 de agosto de 2014

Es la vergüenza




En un hospital público de España, de cuyo nombre prefiero no acordarme, le han negado atención médica a un niño de dos años. Dicho de otra forma: le exigieron a la madre firmar un papel de pago. El niño tenía fiebre, respiraba con dificultad, vomitaba, lloraba sin cesar. Esto ocurrió en urgencias, el pasado 30 de abril. En la historia hay un dato biográfico, auténtico, que parece introducido por un guionista providencial: el niño había nacido en ese hospital. Vino al mundo allí, en el mismo lugar ahora inaccesible, por una burocracia inepta que anda multiplicando fronteras con verja. Es un niño español, por cuna y DNI. Pero hay otro detalle nuclear en la historia: el niño iba en brazos de su madre, emigrante de Cabo Verde. Habrá quien argumente que lo ocurrido es un daño colateral del control presupuestario. Pero lo que está sustituyendo al despilfarro en España no es el buen gobierno, sino el derroche de injusticia. Una marea de impúdica desigualdad. ¿Cómo van a ser verosímiles los brotes verdes de la economía cuando asistimos diariamente a un bombardeo tóxico que provoca la desfoliación de la verdad? No es el Gobierno de la austeridad lo que cierra la puerta a un niño enfermo. Es el Gobierno de la brutalidad. Pese a la desfoliación, he llegado a esta conclusión histórica después de leer un implacable testimonio científico que se refiere al corazón. Se titula: Lágrimas de vergüenza. Lo firma un médico. El cardiólogo Maximiliano Diego. Cuenta en la web de Salud a diario cómo en el último año se han multiplicado los pacientes que sufren un segundo infarto, más grave, al no poder pagar el tratamiento necesario: más de 100 euros al mes. “O comemos, o tomo las pastillas”, confiesa uno de esos hombres del segundo infarto, trabajador en paro. Así que ya no deberíamos hablar en elecciones ni de política ni de economía: “¡Es la vergüenza, estúpido!”.

El País, 3 de mayo de 2014

OSOS





Las autoridades de Asturias y de Castilla y León están muy contentas porque esta primavera se han contabilizado más de 50 hembras con crías en los territorios oseros de la cordillera Cantábrica, lo que certifica la recuperación del oso. Yo también me congratulo de ello, cómo no, pero, en su caso, me preocuparía más de que hubiera 50 mujeres con hijos en esos mismos territorios, que no las hay ni de lejos. Tanto ocuparnos del oso y del urogallo y al final va a resultar que la verdadera especie en extinción en muchas zonas de España es el hombre.
En el lugar en el que paso mis vacaciones viven en el invierno menos de 20 personas (hace 10 años había tres veces más) y lo mismo sucede en todos los pueblos y hasta ciudades de alrededor. Año a año la población disminuye de manera galopante en muchos lugares sin que a nadie parezca preocuparle lo más mínimo como sí sucede con el oso, el urogallo o el lince ibérico. Eso sí, los políticos continuamente hablan de la despoblación como un problema para el que anuncian medidas que nunca llegan. Lo único que llegan son los recortes de servicios y de inversiones que se justifican precisamente en lo que se denuncia: el bajo número de beneficiarios. Que es como decir que el oso desaparece porque no hay bosques mientras se talan los existentes porque cuesta mantenerlos.
La única esperanza que les queda a las personas que viven en esas regiones es que, cuando los osos estén recuperados del todo, cosa para la que ya falta poco según parece, las autoridades empiecen a preocuparse de los humanos, que al fin y al cabo nos diferenciamos poco de aquellos, sobre todo puestos de pie y gruñendo. No hay más que ver los documentales de naturaleza y compararlos con el Parlamento.

El País, 23-08-2014

miércoles, 6 de agosto de 2014

La vida es aquí y ahora



Prefiero una verdad que duele a una mentira que calma. Pero cada uno puede preferir el opio de la ilusión a la realidad. Yo le reprocho a la ilusión enemistarnos con la única certeza que tenemos: la vida es aquí y ahora. Las religiones nos invitan a vivir en la expiación, con el pretexto de que vivir como si uno estuviera muerto aquí nos abrirá la vida eterna una vez muertos.


  

martes, 5 de agosto de 2014

¿Evolución?

El País, 21 de julio de 2014
  

Brothers in arms


These mist covered mountains
Are a home now for me
But my home is the lowlands
And always will be
Some day you'll return to
Your valleys and your farms
And you'll no longer burn
To be brothers in arm

Through these fields of destruction
Baptism of fire
I've watched all your suffering
As the battles raged higher
And though they did hurt me so bad
In the fear and alarm
You did not desert me
My brothers in arms

There's so many different worlds
So many different suns
And we have just one world
But we live in different ones

Now the sun's gone to hell
And the moon's riding high
Let me bid you farewell
Every man has to die
But it's written in the starlight
And every line on your palm
We're fools to make war
On our brothers in arms