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lunes, 17 de febrero de 2025

Salamanca



Fotografía: Roberto Hernández 

Esa idealización que no preciso, que reavivan mis pasos cada vez que se adentran en tu luz. 
Bajo ese azul que ampara una intrahistoria de anhelos solidarios y de páginas rotas, respirar es volver.



jueves, 11 de abril de 2024

A Pau (de una conversación sobre Dostoyevski)

Querido hijo, me ha costado media vida comprender que todas las ideologías son mistificadoras, todas pueden acabar en fanatismos de cualquier color, todas pueden justificar la barbarie. Durante la otra media vida vengo buscando construir la alegría, en lo que esté a mi alcance. Para ello, los sentimientos humanos, como la empatía y el afecto, son imprescindibles, mientras que otros anidan en el malestar propio y ajeno. Optemos por la vida, por la alegría. Es más inteligente. Quien no quiera o no pueda, bastante desgracia tiene. Muchos besos.


Fotografía: Roberto Hernández


jueves, 7 de marzo de 2024

Persona y democracia

Fotografía: Roberto Hernández


Querid@s contertuli@s:

Gracias por vuestras intervenciones, honestas y enriquecedoras, como siempre. 

Lo pasé especialmente bien, porque funcionó la propuesta de agilizar y dar más tiempo a la participación, como un tributo al espíritu del pequeño gran libro que nos ocupaba. 

Las diversas perspectivas y opiniones se complementaron. Cada cual lee un libro diferente, incluso cuando lo relee en momentos diferentes de su vida. 

Hay una apreciación que no supe matizar. Cuando María Zambrano escribe Persona y democracia, en el mismo título ya establece lo esencial de la propuesta que intentará hilvanar. Como la historia nos ha enseñado, sin libertad, difícilmente puede desarrollarse globalmente la persona. Y sin respetar y atender a todos y cada uno de los seres humanos, difícilmente puede desarrollarse una democracia que merezca llamarse así. Al contrario que en las tendencias dicotómicas al uso (centrarse en el interior de cada uno o centrarse en el entorno), María, como en tantos aspectos, rompe fronteras. Humanizar la historia y el crecimiento de las personas son un mismo proceso dialéctico interminable. No dos procesos que puedan separarse, y menos aún contraponerse.


Muchas gracias a todos.

Un abrazo fraternal.