sábado, 22 de febrero de 2020

El nuevo recurso del lenguaje mágico-ritual



El nuevo recurso del lenguaje mágico-ritual consiste más bien en que la gente no lo cree, o no le importa, y, sin embargo, actúa de acuerdo con él. Uno no “cree” la declaración de un concepto operacional, sino que ésta se justifica en la acción: al conseguir que se haga el trabajo, al vender y comprar, al negarse a escuchar a otros, etc.
Si el lenguaje de la política tiende a convertirse en el de la publicidad, cerrando por tanto la separación entre dos campos de la sociedad anteriormente diferenciados, esta tendencia parece expresar el grado en el que la dominación y la administración han dejado de ser funciones separadas e independientes en la sociedad tecnológica.
(…) Las vicisitudes del lenguaje son paralelas a las vicisitudes de la conducta política.


El hombre unidimensional.


sábado, 15 de febrero de 2020

Valor




Pobre de quien intente hacer de la poesía un lenguaje establecido más. Rentabilizará su “valor de uso” y su “valor de cambio” con mayor o menor astucia. Confundirá precio con valor. Renunciará.
El lenguaje poético es búsqueda, no se subyuga. Quien pretende instrumentalizarlo, lo pierde.




miércoles, 12 de febrero de 2020

El erudito



Otra muestra de prudencia y de autodefensa consiste en reaccionar las menos veces posibles, y en evitar las situaciones y las condiciones en que nos veríamos condenados a dar una muestra, por así decirlo, de nuestra “libertad”, de nuestra iniciativa, convirtiéndonos en un simple reactivo. Pongamos, como ejemplo la relación con los libros. El erudito, que en realidad ya no hace otra cosa más que “revolver” libros (unos doscientos al día en el caso de un filólogo medio), termina perdiendo totalmente la capacidad de pensar por sí mismo. Si no revuelve libros, no piensa. Para él, pensar es responder a un estímulo (un pensamiento leído); al final, lo único que hace es reaccionar. 
El erudito emplea toda su fuerza en aceptar y rechazar, en criticar cosas ya pensadas, ya que él no piensa.