La sombra del Tamariz, por FELIPE JUARISTI

El próximo lunes será presentado en Donostia el siguiente manifiesto. Tiene relación con la Jornada de "Poesía y Pensamiento" que se celebrará el 17 de este mes en la misma ciudad.







MANIFIESTO





Poesía en tiempos de crisis






Vivimos tiempos convulsos y críticos; pero crisis es, respecto al ser humano, su eterna situación y estado. Existe la crisis económica, y también la crisis política. La idea de humanismo está en crisis, y ello ha dejado a todo el occidente con las vergüenzas a la vista. Hannah Arendt hablaba de la crisis de la cultura y para ello citaba la pérdida de la tradición. Está en crisis todo lo relacionado con nuestro pasado. No somos capaces de entenderlo y de atraerlo y, por ello, nos esforzamos en leer las páginas pretéritas y enviar hacia el futuro mensajes, como si fuesen botellas de náufrago. Todas las crisis han traído consigo la crisis de la legitimidad. Consecuencia de la misma es esta desilusión que ha ocupado todos los lugares. Su otro nombre es postmodernidad.



No hay pasado sin historia. Y todo se vuelve presente. La realidad misma se ha convertido en un simulacro de incalculables dimensiones. La postmodernidad ha borrado, con presteza, sus propias huellas y anda tras sus pasos, como un adolescente excitado. El terreno simbólico ha exigido el lugar de lo real, y se ha apropiado del mismo. Nada es lo que parece; y lo que parece es mucho más de lo que es. La verdad se ha enmascarado y la mentira anda con el rostro desnudo; pero nadie lo reconoce, y de esa confusión saca provecho. Un ordenador, verdad imaginada, puede crear una nueva narración. Y esta nueva narración sustituirá a la historia; y sobre ella se creará otra narración, y aquella también se alejará del lugar en el que ha sustituido a la anterior y desaparecerá.



La poesía siempre ha estado en crisis. Mejor dicho, crisis es la situación natural de la poesía. La incapacidad de responder a dos preguntas fundamentales ha moldeado su condición: “¿Para qué poesía, si Dios ha muerto?”. “¿Para qué poetas, después de Auschwitz?”.



Ha cambiado el lugar del ser humano en el mundo. Sin darse cuenta, se ha movido la tierra bajo sus pies, o se la han movido, y se ha quedado perdido, sin protección, rodeado de imágenes. La imagen es lo que vende; no el producto ligado a la realidad. La del dinero es una buena metáfora servil, y que sirve. Lo invisible sucede a lo visible; y por ello se ha arrinconado lo real y se ha perdido en ese desierto en el que se está convirtiendo nuestro mundo.



La poesía, sin embargo, ha adquirido ventaja. Está repleta de todo lo que es invisible; y todo lo convierte en visible, en real.



Donostia, 2010/06/14


Aritz Gorrotxategi, Felipe Juaristi, Juan Ramón Makuso, Pello Otxoteko
 











ERRANCIA



El poema de Hölderlin “En memoria” acaba con estas palabras: “Los poetas echan los fundamentos de lo permanente”. Heidegger estudia a Hölderlin y va acotando los versos del poeta en un intento de explicarlo. Tomando como base el verso anterior expresa lo siguiente: “Poesía es fundación por la palabra y sobre la palabra”. También añade: “Pues bien, precisamente permanente es lo huidizo”.

Esta frase de Heidegger recuerda a aquella reflexión de Herman Broch, en el momento en que va dictando su Muerte de Virgilio, en unas condiciones terribles: “La época nos ha echado de una manera feroz a un tiempo que dejó de ser nuestro. Las tradiciones, por un momento, se han visto sacudidas, y enmudecen. La escritura ha perdido sus competencias y parece decidida a abordar una errancia que no sabemos a qué futuro nos lleva”.

Antes, Hegel había proclamado el “derecho a la errancia”, no sólo a las conciencias, sino también a los cuerpos y a los deseos.




FELIPE JUARISTI

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