domingo, 30 de septiembre de 2012

La gran estafa: el Presupuesto de 2013




Estos últimos días de septiembre ocurrieron cuatro hechos que definen con toda claridad la raíz del problema al que España se enfrenta. Uno fue la presentación del presupuesto por parte del Gobierno español en el que se indica que el Estado tendrá que pagar casi 40.000 millones de euros a los acreedores (la mayoría bancos extranjeros y españoles) para cubrir lo que se les debe como consecuencia de tener que abonarles los intereses de la deuda pública española que poseen. Esta elevada cantidad se debe a los altos intereses de tal deuda, consecuencia, en gran parte, no de la especulación de los mercados financieros –como constante y erróneamente se asume en los medios donde la sabiduría convencional se reproduce– sino de la oposición del Banco Central Europeo a comprar deuda pública en los mercados primarios, es decir, directamente al Estado español, como hace cualquier Banco Central digno de su nombre (tal como el Federal Reserve Board de EEUU, el Banco de Inglaterra en Gran Bretaña o el Banco de Japón). Los máximos beneficiarios de estos pagos del Estado a los acreedores son los bancos españoles y europeos (entre los cuales sobresalen los alemanes que tienen una excesiva dimensión, influencia y protagonismo en las instituciones de la Eurozona) que recibieron prestado dinero del mismo BCE a unos intereses por debajo de un 1%, con el cual compraron deuda pública española a unos intereses del 6% y el 7%. Un negocio redondo para tales instituciones financieras, que consiguieron gracias a la ayuda del BCE, que no es un banco central sino un lobby de la banca y muy en especial de la banca alemana. (…)

Esta deuda, sin embargo, está basada, en parte, en la enorme influencia de la banca no solo sobre el BCE sino también sobre el Estado español. Hoy, la influencia de la banca sobre la sociedad española rebasa cualquier límite tolerable en un sistema democrático. Todos –desde los partidos políticos, a la prensa, las empresas y las familias– están enormemente endeudados con la banca. La actitud tan poco crítica de los medios de información hacia el comportamiento de la banca y su dominio de la vida política y mediática del país se basa precisamente en este hecho. En lugar de denunciar esta relación obvia entre las instituciones financieras y las instituciones políticas, los medios de mayor difusión y los partidos mayoritarios atribuyen el endeudamiento al comportamiento supuestamente irresponsable de las familias, de las pequeñas y medianas empresas (las grandes tienen ya más dinero de lo que necesitan para invertir) y del Estado. Es lo que se llama en inglés, el “victim blaming”, es decir responsabilizar a la víctima de su propia tragedia.

En tal argumentación se ignoran y/u ocultan varios hechos. El endeudamiento de las familias se debe a la disminución de su capacidad adquisitiva, resultado del descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta total del país, descenso que ha sido mucho más acentuado durante los últimos años debido a las reformas laborales y a la disminución salarial que tales reformas intentaron y alcanzaron exitosamente.

El endeudamiento de las medianas y pequeñas empresas se debe, en parte, al descenso de la demanda de sus productos y servicios, consecuencia de la disminución de la capacidad adquisitiva de las clases populares y también a la gran carestía del crédito, resultado de la desviación de la actividad crediticia de la banca hacia actividades especulativas más rentables como las inversiones inmobiliarias, habiéndose establecido el maridaje banca-sector inmobiliario que llevó al desastre.

El endeudamiento del estado se debe a las políticas fiscales regresivas que han beneficiado sistemáticamente a las rentas del capital y a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo. (…)

Como bien dijo el asesor económico al gobierno alemán, el Sr. Peter Bofinger, en su comentario sobre la aprobación de 100.000 millones de euros para el rescate a la banca española “Esta ayuda no es a estos países en problemas (como España) sino a nuestros propios bancos que poseen una gran cantidad de deuda privada en estos países”. (…)

Y todas estas políticas se presentan como las únicas posibles, negando y ocultando la evidencia fácilmente accesible de que sí las hay. El BCE podría actuar, por ejemplo, como un banco central, con el objetivo de estimular la economía y no sólo controlar la inflación. El estado español podría haber tenido ya en anteriores presupuestos y en los actuales una política fiscal mucho más progresiva, de manera que en lugar de recortar las pensiones (para conseguir 1.200 millones de euros) podría haber mantenido el impuesto de patrimonio (consiguiendo 2.100 millones) o anulado la bajada del impuesto de sucesiones (consiguiendo 2.552 millones) o anulado la bajada de impuestos a las personas que ingresen más de 120.000 euros al año (consiguiendo 2.500 millones). O en lugar de recortar 6.000 millones en sanidad, podrían haber anulado la bajada del impuesto de sociedades de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (y que representan sólo el 0,12% de todas las empresas), consiguiendo con ello 5.300 millones.

O en lugar de recortar 200 millones a los servicios de atención a las personas con dependencias, podrían haber eliminado el subsidio del estado a la Iglesia Católica para que enseñe religión católica en las escuelas públicas del estado. Y así una larga, larga lista mostrando que sí que hay alternativas, como Juan Torres, Alberto Garzón y yo hemos documentado en el libro Hay alternativas. (…)

Permítanme que añada otro hecho digno de mención. El cuarto hecho: las movilizaciones del movimiento 15-M y otros movimientos para denunciar al Congreso, en Madrid. Fue sabio de este movimiento renunciar a la ocupación del congreso. Pero fue digno de ser aplaudido que intentaran denunciar lo que estaba ocurriendo dentro de él, pues los otros tres hechos son un indicador de la violación a la democracia que está ocurriendo en España. Ninguna de tales políticas traducidas en aquellos tres hechos tiene un mandato popular. Hoy, la mayoría del Congreso es un instrumento que claramente ni representa ni está al servicio de la mayoría de la población española. Sus políticas no han sido aprobadas por la ciudadanía española. No son los que se manifiestan los que están atacando a la democracia sino los que están dentro (refiriéndome a los partidos que están aprobando tales políticas sin mandato popular) que están violando la democracia.

Fragmentos del artículo publicado por Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra, en El Público el 30 de septiembre de 2012



Foto El País

¿?

lunes, 24 de septiembre de 2012

Punto y raya




Entre tu pueblo y mi pueblo
hay un punto y una raya
la raya dice no hay paso
el punto vía cerrada.

Y así, entre todos los pueblos
raya y punto, punto y raya
con tantas rayas y puntos
el mapa es un telegrama.

Caminando por el mundo
se ven ríos y montañas
se ven selvas y desiertos
pero ni puntos ni rayas.

Porque esas cosas no existen
sino que fueron trazadas
para que mi hambre y la tuya
estén siempre separadas.

 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

FILOSOFAR





Filosofar es hacer viable y vivible la propia existencia allí donde nada es dado y todo debe ser construido.



domingo, 16 de septiembre de 2012

Aproximación




Yo me escudriñé a mí mismo.





Está en poder de todos los hombres conocerse a sí mismos y ser sensatos.





Su carácter es demonio para el hombre.





No es mejor para los hombres lograr todo lo que desean.





Es difícil luchar con el propio ánimo. Lo que anhela, lo compra a cuenta del alma.




El tiempo es un niño que juega con los dados; el reino es de un niño.


martes, 11 de septiembre de 2012

Tempero




Llegar a la aridez con alegría, más allá
del rencor, encogerse de hombres. Hablar
del tiempo para guarecerse, no levantar
la voz aunque debieras. De pronto
ya no estás, eres horizonte, el vuelo
reducido a campana. Tomarlo como
viene, sin descifrar, para que no
se vierta. Y no haber sido, sobre todo
desconocerse. La aridez es el fruto, de lo externo
a tus entrañas, basta. A cielo abierto basta.


– LASTRA –





Tempero. Poesía Hiperión, Madrid, 2011




lunes, 10 de septiembre de 2012

La aventura de las ideas




El giro. De cómo un manuscrito olvidado contribuyó a crear

el mundo moderno
Stephen Greenblatt
Traducción de Juan Rabasseda
y Teófilo de Lozoya
Crítica. Barcelona, 2012



 

Uno de los aspectos más patéticos de la experiencia humana es nuestra ignorancia de las verdaderas consecuencias de nuestros actos. Emprendemos un viaje, abrimos un libro, entablamos una conversación, y en un futuro imprevisible ocurrirán eventos que determinarán la suerte de nuestros descendientes. Así lo entendió Pascal, quien declaró que si la nariz de Cleopatra hubiese sido más chica, el aspecto de la tierra entera hubiese sido otro.


Un helado día de enero de 1417, un hombre joven, regordete, de ojos vivos y protuberantes (si la miniatura que lo retrata en su traducción latina de Jenofonte es fiel) cruzaba a caballo una zona montañosa del sur de Alemania. Su meta era (probablemente) el monasterio benedictino de Fulda, fundado en el siglo ocho por un discípulo de San Benito, y su misión descubrir en los enmohecidos recovecos del monasterio los libros de olvidados autores paganos. El nombre del joven era Poggio Bracciolini y su patria Florencia, donde sus amigos, grandes lectores como él, seguían la tradición iniciada por Petrarca casi un siglo antes de buscar en los basureros eclesiásticos las obras maestras de la antigüedad griega y latina. Así Petrarca había rescatado del olvido la monumental Historia de Roma de Tito Livio, varios discursos y cartas de Cicerón y la obra poética de Propercio. Poggio esperaba emular a su maestro.


En Fulda, Poggio fue recibido con cautela, pero, gracias a sus cartas de recomendación, se le permitió consultar el grueso catálogo de la biblioteca abacial. Para apaciguar la desconfianza del bibliotecario, pidió consultar primero el manuscrito de uno de los padres de la Iglesia, Tertuliano, pasando así de las obras canónicas a las paganas. Descubrió así un poema épico de Silio Itálico, de quien sólo se había conservado el nombre, una importante obra sobre la astronomía, de Manilio, autor de quien ni el nombre había sobrevivido hasta entonces, y un largo fragmento del historiador Amiano Marcelino. Por fin, vio que el catálogo mencionaba una obra del filósofo y poeta Tito Lucrecio Caro, De rerum natura, Acerca de la naturaleza de las cosas, escrita probablemente hacia el año 50 antes de Cristo. Ovidio, Cicerón y otros más lo mencionaban con admiración en sus escritos, pero ni un solo verso había llegado hasta el siglo de Poggio. Con el resignado permiso del bibliotecario, el joven literato ordenó al escriba que lo acompañaba que hiciese una copia.


Aquí comienza lo que es para Stephen Greenblatt, erudito e imaginativo conocedor del Renacimiento europeo, uno de los capítulos fundamentales de nuestra historia intelectual. Con la obra maestra de Lucrecio, Poggio rescata para su época (y para las sucesivas) una fundamental reflexión acerca de nuestro universo, peligrosamente subversiva para los lectores de la católica Europa del siglo quince, y asombrosa premonición de las teorías astrofísicas de nuestro tercer milenio. En De rerum natura, Lucrecio declara que el universo, y todo lo que éste contiene, está hecho de partículas minúsculas siempre en movimiento, y que los dioses imaginados por los poetas no son necesarios para que ese universo exista. Platón había hecho decir a su Sócrates que la imaginación poética distrae de la percepción veraz de la realidad; Lucrecio retoma esta observación y la transforma en una rigurosa exigencia que precede y amplifica el ateísmo darwiniano de Richard Dawkins y tantos otros científicos de nuestros días.


En su tiempo, Lucrecio fue juzgado por sus lectores más un poeta virtuoso que un científico lúcido, un filósofo epicúreo en el verdadero sentido de la palabra (y no en la denigrada aceptación que damos hoy al epíteto). Quince siglos más tarde, en la época de Poggio, su visión del mundo alentó a artistas como Sandro Botticelli y sus propósitos aterraron a los teólogos del Vaticano, quienes condenaron su libro al Index. Como tantas otras obras prohibidas, De rerum natura sobrevivió a las llamas y, más tarde, su autor fue reconocido como el padre de una larga línea de científicos, desde Galileo, quien lo estudió detenidamente, hasta Newton, Darwin, Freud y Einstein, quienes alabaron su justeza y su intuición.


Lucrecio sirvió de inspiración a numerosos escritores y filósofos. En 1989, un bibliotecario de Eton College compró, por apenas 250 libras, una edición de De rerum natura impresa en 1563. Bajo la firma que hacía de ex libris, el bibliotecario descubrió otra, de un dueño anterior. En la tercera página de guarda, este antiguo y entusiasmado lector de Lucrecio había escrito: “Puesto que los movimientos de los átomos son tan variados, no es imposible que se hayan juntado alguna vez de esta manera, o que en el futuro volverán así a juntarse, dando nacimiento a otro Montaigne”. Lucrecio fue, para Michel de Montaigne, una suerte de hermano espiritual.


La feliz y convincente tesis de Greenblatt es que lo que llamamos Renacimiento o “Temprana Modernidad” empieza con el descubrimiento hecho por Poggio. Por supuesto, no sabemos si, de no haber existido la posibilidad de leer nuevamente el De rerum natura, Montaigne hubiese reflexionado de la misma manera acerca del sentido de la vida, Botticelli hubiese pintado su Primavera, Galileo hubiese descrito un universo unificado y autosuficiente, Einstein hubiese tratado de definir esas minúsculas partículas de las que estamos hechos nosotros y los gusanos y las estrellas. El hecho es que gracias a un joven lector empedernido, el De rerum natura existe y Lucrecio continúa conversando con nosotros, y sus versos nos ayudan a examinar, con algo más de sabiduría y de audacia, la asombrosa existencia de eso que llamamos mundo.


Alberto Manguel, El País, 8-9-2012

De la naturaleza de las cosas





Libro VI
(fragmentos)




Así como los niños temerosos
Se recelan de todo por la noche,
Así nosotros, tímidos, de día
Nos asustamos de lo mismo a veces
Que despavorir suele a los muchachos. 50
Preciso es que nosotros desterremos
Estas tinieblas y estos sobresaltos,
No con los rayos de la luz del día,
Sino pensando en la Naturaleza:
Mi voz la cantará con nuevo aliento.




..........




 
Puesto qué la ignorancia de las causas
Los fuerza a sujetar Naturaleza
Al imperio de dioses y a ponerles
En sus manos el cetro, y se imaginan
Que algún poder divino hace las obras
Cuyo primer resorte ellos ignoran:
Porque los que estuvieren persuadidos
De que los dioses viven descuidados,
Si no obstante se admiran de las causas,
En especial de aquellas apariencias 80
Que encima de nosotros se descubren
En la región etérea, nuevamente
Caen en su inveterado fanatismo,
Y nos ponen tiranos inflexibles,
A quienes para colmo de miseria
Les conceden poder ilimitado;
Ignorando qué cosa existir puede,
Cuál no puede, y los límites precisos
Que la Naturaleza ha señalado,
En fin, a la energía de los cuerpos, 90
Por lo que más y más se descaminan.



..........



Y allí los daban muerte inevitable
La pobreza y el morbo: se velan
A veces los cadáveres tendidos
De los padres encima de los hijos,
Y los hijuelos el postrer aliento
Sobre padres y madres exhalaban.
El contagio en gran parte provenía 1850
De la gente del campo, que a millares
A la ciudad enfermos acudían:
Todos los sitios públicos y casas
Estaban llenos; por lo mismo entonces
Con más facilidad amontonaba
Apiñados cadáveres la muerte.
Muchos de sed morían en las calles;
Y después de haber otros arrastrado
Hacia las fuentes públicas sus cuerpos,
Sin vida allí quedaban extendidos, 1860
Ahogados al sentir la gran dulzura
Que les causaba el agua que bebían:
Y las calles estaban ocupadas
De unos lánguidos cuerpos medio muertos
Hediondos y sucios y andrajosos,
Cuyos miembros podridos se caían:
La piel sola tenían sobre el hueso,
En la que ya las úlceras y podre
Habían producido el mismo efecto
Que hace la sepultura en el cadáver. 1870
La muerte, en fin, llenó de cuerpos muertos
Todos los templos santos de los dioses,
Y estaban de cadáveres sembrados
Todos los edificios de deidades;
Los hicieron posadas de finados
Los sacristanes: importaba poco
La religión ya entonces y los dioses,
Porque el dolor presente era excesivo.
Y se olvidó este pueblo en sus entierros
De aquellas ceremonias tan antiguas




 

sábado, 8 de septiembre de 2012

Confusión




Hemos adquirido cierta destreza en avanzar en zigzag. En nuestra confusión está nuestra fuerza.



Reflexiones antropológicas sobre temas filosóficos. Paidós Studio, Barcelona 2002


viernes, 7 de septiembre de 2012

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Libertad





Ningún hombre es libre si no es su propio amo.



martes, 4 de septiembre de 2012

Por donde pasa la poesía






406 páginas

Baile del Sol, 2011

ISBN: 978-84-15019-80-8


Esta excelente antología cubre una doble función. Por un lado, conmemora una década de actividad de difusión (y agitación) cultural en Valencia, en la librería Primado. Por otro, al mismo tiempo, se inserta como una cuña en el discurso poético mediáticamente más implantado para abrir el concepto de «poesía» y mostrar la amplitud y la riqueza de las prácticas poéticas. Así, supera con creces una perspectiva de circunstancia o bien localista para presentar, en suma, un compendio de ventanas abiertas a la realidad a través de la poesía.



Quizá el denominador común de todas ellas sea la inquietud, la no complacencia, en un sentido amplio: formal y/o temático. De este modo, la riqueza de registros y estéticas agrupadas en Por donde pasa la poesía constituyen un estímulo para seguir indagando en todas estas escrituras que, en su pluralidad, arrebatan el monopolio del verso (y de la teoría poética) a favor de la polifonía.



A su vez, en el primer sentido de la obra, el volumen recoge varios ensayos, así como fotografías, que ilustran y reflexionan sobre la labor de la Primado, «una librería de barrio», y también ejercen una visión de crítica cultural de nuestro tiempo.

 
A través de los versos de setenta poetas, de los cuales se recogen distintas piezas, se agrupan más de trescientas páginas de buenos poemas, varios de ellos inéditos, en una edición al cuidado de Miguel Morata y Víctor Gómez, que denota una actitud abierta y receptiva. Así, podemos leer a los siguientes autores: Aldo Alcota, Carla Badillo, Juan Ramón Barat, José Ángel Barrueco, Carmen Beltrán, Daniel Bellón, Arturo Borra, Lucía Boscá Gómez, Jorge Brunete, Marcos Cantelli, Vicent Camps, Carmen Camacho, Antonio Crespo Massieu, Rafael Correcher, Miguel Ángel Curiel, Javier Das, Lourdes De Abajo, Benito Del Pliego, Matías Escalera Cordero, Elena Escribano, David Eloy Rodríguez, Ana María Espinosa, Enrique Falcón, Andrés Fisher, Pilar Fraile, Forrest Gander, Miguel Ángel García Argüez, Isabel García Mellado, Alberto García-Teresa, Jaime Esteban García Vilar, Jesús Ge, Javier Gil Martín, Laura Giordani, Víktor Gómez, José María Gómez Valero, José Ángel Hernández, Olga Lucas, Luis Luna, Chantal Maillard, Enrique Martín, Alicia Martínez, Yaiza Martínez, Antonio Martínes i Ferrer, Arturo Méndez Cons, Antonio Méndez Rubio, Juan Carlos Mestre, David Monthiel, José Montoro López, Olga Muñoz Carrasco, Eloísa Otero, María José Pastor, Ana Pérez Cañamares, Begoña Pozo, Cecilia Quílez, Esther Ramón, Armando Rivero, Ildefonso Rodríguez, Manel Rodríguez-Castelló, Guillermo Roques, Nuria Ruiz de Viñaspre, Roger Santiváñez, Rafael Saravia, Uberto Stabile, al col.lectiu Sopa de poetes, Juan Soros, Julieta Valero, Sebastián Vitola.



Se trata de una antología que, lejos de tratar de ser canónica, busca presentar la diversidad, la flexibilidad y polivalencia de la poesía en castellano (especialmente la escrita en España), mayoritariamente, pero también en catalán e inglés, complejizando sus respectivas panoramas; siempre con un alto nivel de calidad. No en vano, la obra recoge también la “Carta abierta en defensa de la pluralidad y convivencia de poéticas” [hipervínculo a http://cartabiertapluralidadespoeticas.blogspot.com/], escrita en mayo de 2011, como respuesta a un enésimo producto poético mediático. De esta manera, el posicionamiento que sustenta el volumen y la propia colección de textos recopilados suponen un decidido soplo de aire fresco en el ámbito de las antologías y de la misma labor poética. Víctor Gómez lo explica en estos términos en una reciente entrevista [hipervínculo a http://www.tendencias21.net/Viktor-Gomez-La-poesia-espanola-actual-destaca-por-sus-singularidades_a9374.html]: «El libro no pretende, por tanto, instaurar un canon, ni tan siquiera un contra-canon, pues entendemos que en la pluralidad de lectores e individuos hay muchos niveles de lecturas y de comunicación, así como modos muy diversos de transmitir el arte y el pensamiento».

 
Para finalizar, el volumen incluye un CD con versiones de Lucho Roa y su guitarra de varios de los poemas recogidos en la antología, como las piezas de Lucia Boscá, Antonio Méndez Rubio, Antonio Martínez i Ferrer o Mar Benegas.



De este modo, Por donde pasa la poesía desborda sus intenciones primigenias y presenta una notable muestra de inquieta poesía contemporánea.

 
Carmen N. Torres en http://elblogdebailedelsol.blogspot.com.es/2012/02/por-donde-pasa-la-poesia.html



Gracias a todos los que han participado en el libro y a los lectores finales que lo adquieran por contribuir en este proyecto que, del cual un 10% de los derechos de autor de los 70 poetas y los doce escritores en prosa irán destinados a la Asociación por la Promoción Femenina de Gaoua (APMG) , asociación que contribuye a mejorar la situación de la mujer en Burkina Faso.



* 12 MANERAS DE APROXIMARSE A UNA LIBRERÍA.


LA ISLA Y SU ALTILLO. José Luis Sampedro

FUERA DE LUGAR. Arturo Borra

SOBRE LA LIBRERÍA DE MIGUEL. Carlos Taibo

QUINTINO. Carlo Frabetti

LA CULTURA POPULAR EN LOS BARRIOS. Antonio Pérez Martínez

NOSOTROS SOMOS QUIENES SOMOS. José Montoro López

GRAMÁTICA DE LAS BALLENAS. Alfons Cervera

ALTERNATIVOS, POR AHORA. Pascual Serrano

LA COMUNIDAD DEL LIBRO.Salvador F. Cava

“ESTAR”. Mariano Martínez

LOS HOMBRES, LAS CIUDADES, LOS PASADIZOS. Julio Obeso

I’M A FUCKING POET. Eloísa Otero