domingo, 30 de agosto de 2015

Gracias a la vida




Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado,
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto
y el canto de ustedes que es el mismo canto,
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.




Colección: Biblioteca Nacional de Chile

sábado, 29 de agosto de 2015

IMPOTENCIA




Y más acá de toda incomprensión, el hombre.

Todo muro, caligrafía de sombras.


El País, 28-8-2015

viernes, 28 de agosto de 2015

LA SOMBRA Y LA APARIENCIA




Y más allá de toda comprensión, el mar.



La sombra y la apariencia. Tusquets Editores, Barcelona, 2010


Fotografía: Platja Llarga, José Ángel Hernández

domingo, 23 de agosto de 2015

PALABRA E IMAGEN




Pero la relación del lenguaje con la pintura es una relación infinita. No porque la palabra sea imperfecta y, frente a lo visible, tenga un déficit que se empeñe en vano por recuperar. Son irreductibles uno a otra: por bien que se diga lo que se ha visto, lo visto no reside jamás en lo que se dice, y por bien que se quiera hacer ver, por medio de imágenes, de metáforas, de comparaciones, lo que se está diciendo, el lugar en el que ellas resplandecen no es el que despliega la vista, sino el que definen las sucesiones de la sintaxis.


Las palabras y las cosas. Siglo XXI Editores, Madrid, 2006

martes, 11 de agosto de 2015

domingo, 9 de agosto de 2015

CAMBIAR





Ahí donde nos encontremos, reproduzcamos el mundo al que aspiramos y evitemos aquel que rechazamos.