miércoles, 2 de noviembre de 2011

ADHIAMBO

Oigo múltiples voces
como se dice que oye un loco.
Oigo hablar a los árboles
como se dice que oye un brujo.

Quizás yo soy un loco,
o soy un brujo.

Quizá estoy loco
porque las voces me atraen,
urgíéndome desde la luna
de medianoche y el silencio
de mi escritorio a caminar
sobre la cresta de las olas
a través de un mar.

Quizás soy un brujo
oyendo savias que hablan,
viendo dentro del árbol;
pero uno ha perdido sus poderes
de invocación.

Mas ahora las voces y los árboles
dicen un nombre; una figura
grabada en el silencio, cruza
a través de la cara de la luna, pisando
continentes y mares.

Y yo alzo mi mano-
mi mano temblorosa, estrujando
mi corazón como pañuelo
y lo hago ondear y ondear -y ondear-
pero ella
vuelve la vista a la distancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario