Los análisis de la realidad, si intentan ser objetivos y están bien fundamentados, con argumentos rigurosos, aportan perspectiva en tiempos de confusión. ¿Y después del análisis? Sentimos la necesidad de avanzar, de actuar. El problema es cómo, porque en demasiadas ocasiones la acción se pierde, deriva en más de lo mismo o incluso en algo peor de aquello que es objeto de crítica.
En este apartado quiero ir recogiendo aportaciones que aventuran propuestas, que señalan líneas de actuación.
Requerirán calma, porque se trata de reflexionar a partir de argumentos, no de aceptar respuestas cerradas, recetas, consignas...
En este caso reivindico una figura y una institución histórica cuyo legado es intemporal, aunque es probable que muchos jóvenes de nuestro país ni siquiera sean conscientes de su valor.