martes, 18 de marzo de 2025

Luciérnaga y recuerdos

 

Fotografía: José Ángel Hernández 

La luciérnaga abre los ojos de los niños por esa maravilla de la naturaleza que nos brinda luz en la oscuridad.
Ya no se ven luciérnagas apenas. Factores diversos pueden influir. Las sustancias que se echan para matar caracoles y babosas las dejan sin alimento en la fase larvaria. Lo mismo sucede con la mariquita. Si matamos los pulgones, se queda sin comida.
Enseñé a mis alumnos estas cosillas "sin importancia" mientras cuidábamos el huerto escolar ecológico. Aprendieron a identificar la luciérnaga y conseguimos que se instalasen en las zonas verdes del patio. Plantamos caléndulas y otras plantas para que vinieran mariquitas. Aprendieron a hacer compost.
El proyecto con el que disfrutamos más fue "salvem el llimoner". En plena sequía, un pequeño limonero se estaba muriendo. Hablamos del cambio climático. Formaron grupos para investigar qué necesidades y enfermedades pueden tener los cítricos. Comprobamos el ph del suelo en un experimento con vinagre y agua oxigenada, pues descubrieron que los cítricos necesitan un ph ligeramente ácido.
Le añadimos las sustancias que requería con urgencia para sobrevivir.
Este año ha dado su primer limoncito. A los niños les ha hecho mucha ilusión.
A mí también, por supuesto. Especialmente por lo que han disfrutado y asimilado. Salvar un árbol puede ser una experiencia inolvidable, como aprender a reconocer una luciérnaga a plena luz del día. Cada vez que encontraban una en la yedra del patio venían corriendo.
- ¡José Ángel, una luciérnaga!
- ¡Estupendo! Vamos a llevarla a la zona del huerto...

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