viernes, 13 de junio de 2025

Mi itinerario en agricultura ecológica IV


Lo importante, como casi siempre, está en lo que no vemos. Toda la vida que hay en la tierra, bajo esa superficie que miramos como mero soporte. No voy a extenderme, porque hay muchos especialistas cualificados, si queremos profundizar en la cuestión. Las universidades comienzan a estudiar y a colaborar con quienes se han aventurado a aplicar técnicas que, en lugar de esquilmar la tierra, la regeneran.

Por mi parte, para ceder protagonismo a la propia naturaleza, he optado por ir desarrollando lo que denominan un pequeño bosque de alimentos. Intento reducir el huerto a los pocos cultivos que se dan bien y que merecen la alegría en casa, para empezar a incorporar biodiversidad.
El huerto exige mucha dedicación. Si no hay continuidad, se echa a perder todo el trabajo previo. Por otra parte, es tan enriquecedor, que absorbe nuestro tiempo. No sé qué me aporta más, si el ejercicio físico que demanda o la satisfacción de estar inmerso en la naturaleza, aprendiendo de ella, disfrutando de ella.

Procuro favorecer el control biológico de las posibles plagas. He notado este año un incremento de la variedad de insectos "beneficiosos", de pájaros... Pero aún tengo que estar pendiente de añadir algún fertilizante orgánico casero, sulfatar con purines diversos que también he elaborado (aunque hoy ya se pueden comprar), etc.
Estamos a punto de probar esos tomates de sabor incomparable.

Os dejo con el "trabajo" de uno de los mejores insecticidas, junto con los murciélagos, que también nos visitan.

Un abrazo.


Vídeo: José Ángel Hernández 



No hay comentarios:

Publicar un comentario