Entradas populares
-
Comenzar un nuevo día con una sonrisa, como se despereza la primavera, es el primer derecho y el primer deber moral para con la ofrenda de...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Ante lo que pudiera parecer una clara dejación de funciones por parte de unas administraciones que raudas ...
-
Fotografía: Juan Antonio Hernández El ser humano nace de la colaboración, no de la salvaje competencia. Lenguaje y cultura son frutos del c...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Retornar al pálpito, a su ritmo, para que nos ampare, para que acoja a nuestros hijos y a sus hijos. Pr...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Te viniste a mi lado entre la niebla. Nos fuimos hacia el aire más seco del granito. Y llegamos a un m...
-
Ser hijo y nieto de mineros no tiene ningún mérito, obviamente. Sin embargo, habida cuenta de la deriva moral del mundo que nos ha tocado en...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Me pregunto si el colapso no ha comenzado ya. De ahí que padezcamos directa o indirectamente las "s...
-
A María José Nada pueden los versos. ¿Dónde están las palabras exactas a la altura del ser al que se ama? Fotografías: José Ángel Hernánd...
-
Fotografía: Juan Antonio Hernández La manifestación más clara de capacidad crítica es la autocrítica. La paja en el ojo ajeno, la hipocresí...
lunes, 21 de febrero de 2011
sábado, 19 de febrero de 2011
Llibre d'Oquendo
A la pàgina d'Arola Editors podem llegir:
En un altre joc malabar, Juan González Soto apropa nous poemes de Martel·lus. Aquesta vegada arriben a través de l’insigne poeta peruà Carlos Oquendo de Amat. El 6 de març de 1936 —encara no tenia trenta-un anys, els faria el 17 d’abril— moria, tísic, a Navacerrada. Portava a la butxaca catorze poemes, miraculosament salvats, i recobrats, de Martel·lus, el poeta de la Tàrraco del segle II abans de Crist. Aquestos nous poemes mostren l’amor per Lídia, l’obsessió pel setge de Numantia, la preocupació per la mort i una postura moral davant els bocamolls i els arribistes. Una poesia en què el poeta no només mostra el que és, sinó també el que desitja ser.
A lo cual quisiera añadir:
Nuestro amigo Pere Fort, cuya capacidad creativa difícilmente podría encasillarse en un arte, de nuevo sorprende con sus ilustraciones -así denominan a lo que, desde el ámbito de la imagen, se incluye entre las líneas de una obra literaria. Mas Pere Fort nunca se limita a traducir al lenguaje plástico lo que viene expresado en palabras. Cualquier aportación de su mirada brilla con luz propia. Deja para los artesanos más o menos reconocidos la mera reproducción de cualquier tipo de realidad. Su genialidad como artista es sólo equiparable a su humildad como persona.
Enhorabuena, queridos amigos.
martes, 15 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
