martes, 9 de julio de 2013

Leaozinhos




Cuando Rio de Janeiro se vende y revende como la 'Ciudad Maravillosa', la futura sede de los Juegos Olímpicos cuenta poco de la Zona Norte, área deprimida lejos de atractivos turísticos y las exuberantes playas. Incluso para las ONG's es más fácil y accesible trabajar en favelas de la Zona Sur, la más privilegiada de la ciudad y donde la mayoría de comunidades están bajo control policial y uno no se encuentra con traficantes armados por la calle.

El presentador de 'Hoy empieza todo', en Radio 3, Ángel Carmona, llegó sin embargo mucho más lejos. Más de 30 kilómetros al norte de Ipanema, en la favela Parada de Lucas y bajo la vigilancia del tráfico armado, impulsó el proyecto Leãozinho, de clases de guitarra en la comunidad.

Varias generaciones de niños y jóvenes, 60 alumnos y 7 profesores -pagados por el propio Carmona con el dinero que recauda a través de conciertos benéficos-ultiman el ensayo para una actuación muy especial. En la calle se escuchan petardos avisando de que la policía está entrando en la favela. Los narcos no se dejan ver por ahora, pero nunca interrumpen las actividades culturales del CECAC.

El CECAC es el centro cultural creado por una especie de supermujer, heroína en la comunidad y conocida por todos los vecinos. Se llama Neuza y su idea nació el día que accedió a las peticiones de su hijo de entonces diez años de llevarle al baile funk, ritmo agresivo con cierta similitud al reggaetón y al hip-hop nacido en las favelas de Rio. No le gustaron unas letras demasiado sexuales y con apología a la violencia. Se dio cuenta de que no había otras alternativas culturales en la favela y empezó a organizar paseos a universidades, teatros o cines del centro de la ciudad con niños que nunca habían salido de Lucas. Tras los paseos, llegó el centro donde hoy se dan clases de idiomas, de guitarra o de informática.

Cuando Neuza y Carmona se conocieron, se enamoraron y surgió el proyecto Leãozinho. Ella pone el espacio (donde vive), la asociación paga a los profesores y consiguió una donación de siete guitarras de la Fundación Gibson. Los chavales y niños de la comunidad hacen el resto y el sueño de la música crece con fuerza en la comunidad.

Ángel Carmona, principal abanderado del proyecto, reparte como un torbellino su alegría de hombretón buenazo por toda la comunidad. Los niños le adoran. Intenta visitar anualmente la favela, pero este año llegó con una agradable sorpresa. El músico español Depedro, que saca nuevo disco la próxima semana, dio unas aulas extra a los chavales y tocó con ellos en dos conciertos.

El primero, una emotiva fiesta delante de un quiosco en la misma favela con decenas de niños enloqueciendo de la alegría de poder tocar ante su propio público o de poder jugar y saltar al ritmo de la música del español. El segundo, un concierto en el Instituto Cervantes que permitió a los niños y jóvenes sacar su duende fuera de la favela y en una de las zonas más nobles de la ciudad. Tan agradecidos estaban del calor que recibieron del público (muchos españoles residentes en Rio atraídos por Depedro), que lo devolvieron haciendo un improvisado pasillo en la puerta de la salida y aplaudiendo a cada uno de los espectadores.


Germán Aranda. Río de Janeiro. Publicado en El Mundo, 30/3/2013


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