martes, 11 de julio de 2017

FRESCOR MATINAL






Resuenan en la madrugada silenciosa
las gotas ciegas
de ojos marchitos
golpeando el suelo con sus bastones;
echan a rodar por las calles
o navegan por el río.
Antes de que el sol las achicharre
alguien debería guiarlas
de vuelta a la llovizna,
tal vez un sordo
como Beethoven
que me tomó de la mano
al borde de la ceguera
cuando me precipitaba, gota indolente,
en ofuscadas andanzas juveniles
hacia un fulgor candente
que resultó ser un espejismo.
Aún me arden
las cicatrices.






JUAN KRUZ IGERABIDE. Lento asedio de niebla. Valparaíso ediciones, 2017.
Premio nacional de la Crítica 2016, en euskera.
Premio Lauaxeta 2016 a obra editada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario