Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923) vive en una casa de Getxo rodeada de huerto. La escritura ha sido para él algo personal, de importancia inferior, dice, a su vida familiar. En sus ratos libres, con largas pausas y largos silencios, ha creado una obra gigantesca. Durante 20 años trabajó en Verdes valles, colinas rojas, una novela publicada en tres tomos a partir de 2004. Verdes valles, colinas rojas compendia el fabuloso universo del Getxo de Pinilla, comparable al Yoknapatawpha de William Faulkner y al Macondo de Gabriel García Márquez. El entrevistador cree oportuno señalar que considera Verdes valles… la novela española más ambiciosa, fascinante y divertida en muchas décadas.
Entradas populares
-
Comenzar un nuevo día con una sonrisa, como se despereza la primavera, es el primer derecho y el primer deber moral para con la ofrenda de...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Ante lo que pudiera parecer una clara dejación de funciones por parte de unas administraciones que raudas ...
-
Fotografía: Juan Antonio Hernández El ser humano nace de la colaboración, no de la salvaje competencia. Lenguaje y cultura son frutos del c...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Retornar al pálpito, a su ritmo, para que nos ampare, para que acoja a nuestros hijos y a sus hijos. Pr...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Te viniste a mi lado entre la niebla. Nos fuimos hacia el aire más seco del granito. Y llegamos a un m...
-
Ser hijo y nieto de mineros no tiene ningún mérito, obviamente. Sin embargo, habida cuenta de la deriva moral del mundo que nos ha tocado en...
-
Fotografía: José Ángel Hernández Me pregunto si el colapso no ha comenzado ya. De ahí que padezcamos directa o indirectamente las "s...
-
A María José Nada pueden los versos. ¿Dónde están las palabras exactas a la altura del ser al que se ama? Fotografías: José Ángel Hernánd...
-
Fotografía: Juan Antonio Hernández La manifestación más clara de capacidad crítica es la autocrítica. La paja en el ojo ajeno, la hipocresí...

Gracias, Manolo, por el enlace.
ResponderEliminar